"Los epidemiólogos lo dijeron; esta no es una carrera de 100 metros, sino una maratón"
INFORMANDO LA CRISIS. El profesional, hijo adoptivo de Puerto Montt, cuenta cómo ha sido estar en la primera línea televisiva en medio de extrañar a su familia en el sur.
Lidiando con el teletrabajo e intentando hacerle el quite al coronavirus cada vez que sale de casa, está Ramón Ulloa. El periodista, oriundo de la Región de Los Lagos, cuenta cómo ha vivido este periodo en el que ha tenido que informar a la gente, mientras, en lo personal, piensa en sus familiares y amigos que tiene a lo lejos.
Sobre esto y su visión del tema, detalló el presentador de noticias de Canal 13.
- Fuera de pantalla, ¿cómo ha vivido esta cuarentena?
- No sé si a muchos les ha ocurrido, pero para quienes hemos tenido que desarrollar el teletrabajo, uno se da cuenta que requiere mucho tiempo, más del que uno pensaba. A la distancia y sin conocerlo antes, uno pensaba que incluso se podían manejar mejor, pero uno termina dedicándole tanto o más tiempo que en lo presencial.
Y en términos personales, hemos estado en familia, con todos mis hijos; uno estudiaba fuera y está en clases online, al igual que mi hijo que está en media, así que esto parece una gran oficina donde no vuela ni una mosca, pero aprovechando también los momentos de sentarse a comer juntos, de poder conversar y compartir.
- ¿Ha tenido temor de contagiarse por el mismo hecho de estar saliendo a trabajar?
-Salir a trabajar a la calle, conlleva siempre un riesgo. Uno trata de seguir los protocolos, no solo en el aspecto laboral, sino que también en el personal; el lavado continuo de manos, el uso de mascarillas, mantener la distancia social, andar con alcohol gel, con desinfectante, pero hay tareas que lamentablemente tienen que hacerse presenciales y son muchas, así que, en la medida de lo posible, uno tiene que tomar los resguardos, esperando no contagiarse, pero es difícil para todos y más para quienes necesariamente tienen que salir a trabajar.
Uno, afortunadamente, tiene un trabajo donde hay responsabilidad del empleador, pero esa no es la realidad de todos. La gente que vive al día a día y se tiene que exponer, no puede quedarse en la casa, o tener un empleo que le permita tener una seguridad.
- ¿Cuál es su mayor preocupación con respecto al coronavirus?
- Cuando partió esto, incluso cuando todavía no llegaba a Chile, nosotros nos empezamos a preparar, en el sentido de entender de qué se trataba, y una de las primeras cosas de las que nos dimos cuenta, era que lo más peligroso sería que el aumento muy repentino de casos iba a hacer colapsar el sistema de salud. O sea, esta cuestión es matemática simple, si esto suma, suma, la matemática es incontrarrestable. Ahí es cuando a uno le da temor, y más aún con el personal de salud que se expone todos los días, y que no solo están en la primera línea trabajando, sino que ellos son parte de una comunidad que está expuesta; son papás, hermanos, son familia que también están en riesgo de enfermar.
- ¿Cuál es la noticia más impactante que le ha tocado comunicar en este tiempo?
- Creo que la más impactante de este tiempo siempre van a ser los decesos. El hecho de estar contándolos llega a ser, de pronto, un poco frío, y detrás de cada muerte hay personas, y eso uno no lo tiene que perder nunca de vista. No son estadísticas nada más. Cuando este chiquito de 13 años falleció en un hospital de aquí de Santiago, y venía luchando con un transplante de médula y contrajo coronavirus por una visita de un familiar -porque tampoco pueden estar completamente aislados, sobre todo un niñito con toda esa pelea que estaba dando por su vida- da pena, no deja de impactar, no deja de doler, por las circunstancias como se dan, por lo injusto que es luchar por salir de una condición súper compleja y que todo se complique, terminando así. Es una de las noticias más tristes del último tiempo, sin duda.
- ¿Qué le parece el actuar que han tenido las autoridades y la ciudadanía en esta emergencia ?
- Me parece que esta es una pega de todos, no me gusta centrarlos en uno o en otros, pero todos hemos tenido aciertos o errores. Yo parto de la buena fe de la gente, en términos generales. No me gusta decir que la gente ha sido irresponsable, porque como decía, hay mucha gente que no tiene la opción de quedarse en su casa. Si le pedimos a la gente que se quede en su casa, también hay que pensar en los que no pueden, dándoles las condiciones. Todas esas generalizaciones, como englobar a todas las autoridades de irresponsables, se vuelve un poco injusto.
Las autoridades han hecho un trabajo que se ha centrado mucho en el ámbito de responder en el equipamiento, en el personal, todo lo de los ventiladores, de traerlos, de hacer toda una estrategia para reconvertir camas, hay que reconocer que ese esfuerzo se ha hecho, pero creo que se pecó en un primer momento de haber alcanzado una aparente normalidad, de creer que porque los números al principio eran bastante buenos, habíamos sorteado esa situación, y empezaron a compararse con otros. Los epidemiólgos lo dijeron; esta no era una carrera de 100 metros planos, sino que una maratón. Creo que ahí ha habido una falla desde el punto de vista comunicacional, porque es muy importante los mensajes que entrega la autoridad, porque la gente puede entender que la cosa ya pasó.
En lo personal
- ¿Qué le pareció la publicación que salió en redes sociales sobre el establecimiento donde estudiaron los lectores de noticia?
- Sobre eso no tengo mucho que opinar, porque cada cual va escribiendo su historia de acuerdo a lo que le tocó vivir y en ese sentido, más importante que esa situación que te la va marcando el destino, es cómo luego tratas de desempeñar tu profesión y que se te evalúe por lo que tú haces.
Dicho eso, yo siempre me voy a sentir súper orgulloso de lo que ha sido mi vida, de mis orígenes, de mi gente, de mi Chiloé, de mi Escuela 7, de mi profesor Bernardino Gallardo, de la gente que conocí allá, de mis compañeros, del fútbol en Angelmó, del fútbol de los cadetes de Puerto Montt, de los juegos en Estrella Blanca. Eso es verdad que te conecta con la realidad, con cómo vivimos normalmente la mayoría de los chilenos. Si no lo incorporas a tu vida, en lo que sea, de nada sirve el pasado que hayas tenido. Es parte de la vida, pero que nos juzguen por lo que hacemos y como persona, por lo que hacemos hoy día y no por lo que fuimos.
- ¿Aún tiene familia y amigos en esta zona?
- Por supuesto que sí, tengo mucha familia en la zona; en Puerto Montt , en Chiloé. Tengo amigos, vecinos, viven mis hermanos por allá, entonces, claro, estoy ligado permanentemente y trato de viajar seguido. Este verano tuve la posibilidad entre Puerto Montt y Chiloé y hace tiempo que no podía disfrutar tanto en el sur, así que fue como un anticipo de saber que ahora íbamos a estar con la imposibilidad de viajar por harto tiempo y quizá por cuánto más será. Así que, qué bueno que uno pudo hacer eso y visitar gente que no veía hace tiempo, y sirvió como para decirlo de alguna manera "un tanque de reserva", de la espera larga vamos a tener para poder volver a encontrarnos con la gente que uno quiere allá.
- ¿Qué es lo que más extraña del sur?
- Todo; la gente, la familia, mis hermanos con los que no me he podido ver. Por ejemplo, esta situación ha impedido que podamos compartir con la abuela de mi señora, Blanquita, que tiene 94 años, que vive en Puerto Montt y nos visita frecuentemente. Incluso esos días que se desató la pandemia estaba por viajar, porque viaja pese a la edad que tiene, y tocó que justo se suspendió el vuelo y evidentemente no hemos podido estar juntos, y para una persona de su edad no es fácil manejarse en las redes para hacer videollamadas, y tal vez ese es el dolor más grande que tiene uno, porque con el resto uno se puede comunicar, porque es gente más joven, pero a uno le da temor que una persona de su edad pueda contagiarse y uno no poder hacer nada por la distancia, entonces, no tenerla cercano poder estar cuidándola es una preocupación y un dolor para todos nosotros; su familia, pero está bien cuidada por la gente que la quiere en Mirasol.
Y en cosas más mundanas, se extraña ir a Chinquihue a ver un partido de Deportes Puerto Montt como a veces lo hago, pero hasta nuevo aviso será, para estar ahí con los hijos del temporal tratando de subir a Primera A.
" Uno tiene un trabajo donde hay responsabilidad del empleador, pero esa no es la realidad de todos. La gente que vive el día a día, no se puede quedar en la casa". " Siempre me voy a sentir orgulloso de lo que ha sido mi vida, de mis orígenes, de mi gente, de mi Chiloé, de mi Escuela 7, de mi profesor Bernardino Gallardo(...)".