"Trato especial" a Santiago
La sentencia del gremio microbusero de Puerto Montt da cuenta del histórico centralismo que agobia a las regiones. El diálogo que debe animar a las partes en disputa en torno al paro de los microbuseros, tiene que tomar nota de la sensación de postergación.
Aunque desde el nivel central puedan entregarse antecedentes que refuten las afirmaciones del gremio microbusero sobre el "trato especial" dado por el Gobierno al transporte público de Santiago, y que se ventilaron en la edición de ayer de El Llanquihue, lo cierto es que la larga historia del centralismo que asfixia al país da cuenta precisamente de una serie de pequeñas acciones y decisiones políticas y económicas que van en desmedro de las regiones. En el caso de la locomoción colectiva, no es ningún misterio que con el transcurso de los años, y décadas, se ha ido produciendo una creciente brecha entre el servicio que reciben los pasajeros en la Región Metropolitana, y el que se prodiga a quienes viven en regiones, en este caso, en Puerto Montt.
El paro iniciado por el gremio microbusero de la capital regional, que hasta ayer mantenía detenidas a 520 máquinas de pasajeros, se explica en la rebaja a los pasajes a adultos mayores que debe comenzar a regir el 1 de julio, y que en voz de los representantes del transporte público, le significará severas pérdidas económicas a cada uno de sus asociados. De acuerdo a esa versión, la medida, que obviamente lleva justicia a una tercera edad que lleva años recibiendo un trato injusto, no ha sido acompañada por compensaciones de parte del Estado que permitan mantener su nivel de ingresos.
Por supuesto, es rol de las autoridades ministeriales, del Gobierno Regional y del gremio, generar las condiciones para un diálogo que en los últimos tres días ha estado inexplicablemente ausente. Tal vez el forzado confinamiento y la consiguiente disminución de actividad en la ciudad ha derivado en que los efectos del paro no sean los mismos de una época normal. Pero aun así, hay centenares de usuarios que esperan una negociación rápida y efectiva que lleve a restituir el servicio.
En el centro del diálogo debería estar, sin duda, aquella sensación de "trato especial" para Santiago. Con los años, ha habido una ingente inyección de recursos en la Región Metropolitana, comenzando por el Transantiago, que no ha tenido el mismo correlato en regiones, pese a algunas iniciativas que claramente no han sido suficientes.