"soy el primer paciente del mundo en ser tratado (de vih) con tan solo medicamentos"
ENTREVISTA. El "Paciente de Sao Paulo" fue diagnosticado en 2012 y ahora es una esperanza de cura para la enfermedad. Hace 18 meses está libre del virus. Este es su testimonio.
Efe
En noviembre de 2012, el "Paciente de Sao Paulo" fue diagnosticado con el VIH. La noticia fue un duro golpe para él, pero siete años después su caso es un rayo de esperanza en la búsqueda de la cura del sida: este brasileño podría ser la primera persona en haber superado al virus usando únicamente medicación no invasiva.
"Yo soy el primer paciente del mundo en ser tratado y posiblemente curado con tan solo medicamentos antirretrovirales, sin cambiar mi médula, sin alterar mi sangre. Eso para mí es muy gratificante", cuenta en una entrevista con Efe el "Paciente de Sao Paulo", como ha sido bautizado y quien pidió mantener su identidad bajo anonimato. El brasileño, de 36 años, quien fue diagnosticado con VIH el 12 de noviembre de 2012, está desde hace casi 18 meses "libre" del virus gracias a una investigación conducida por científicos de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) y presentada en la Conferencia Internacional del Sida.
En términos técnicos, todavía no es posible hablar de una cura porque aún no han transcurrido dos años desde la eliminación del virus de su cuerpo, por lo que se considera que se encuentra actualmente en un "protocolo de cura funcional". El "Paciente de Sao Paulo" explica que "el 30 de marzo de 2019 sfue el último día con medicación" y, desde entonces, el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) sigue sin haberse detectado tanto en su ADN como en su ARN (ácido ribonucleico), gracias a un tratamiento a base de antirerovirales y nicotinamida.
"En las primeras semanas, seguía esperando el día que me iban a decir que el virus había vuelto y habría que reiniciar la medicación. pero hasta ahora no ha vuelto y aquí estoy", celebra. Los prometedores resultados suponen un gran avance tanto en el tratamiento del VIH como en la búsqueda de su cura, ya que hasta hoy el patógeno solo fue eliminado en tan solo dos pacientes, el de Londres y el de Berlín, ambos mediante un arriesgado y agresivo trasplante de médula.
"El logro indica además que la medicina y la ciencia están avanzando tan rápidamente que las perspectivas son bastante buenas en la búsqueda de la cura del sida", según el doctor Ricardo Sobhie Diaz, principal responsable por la investigación.
Esperanza y miedo
Cuando recibió la noticia de que el VIH había sido completamente eliminado de su cuerpo y que debía entonces interrumpir la medicación, la primera reacción del "Paciente de Sao Paulo" fue de asombro.
"Cuando (el médico) me dijo que yo ya no tomaría más el medicamento, me quedé muy asustado y pensé '¿qué pasará?' Solo me quedaba esperar por aquella bomba que podía explotar a cualquier momento", señala. Con el paso del tiempo y la realización de pruebas clínicas cada 15 ó 30 días, así como las confirmaciones de la ausencia del VIH en su sangre, el brasileño pasó a renovar cada vez más su "fe" de que está libre del virus de por vida. "Vivo esperanzado de que (el VIH) no volverá y con miedo de que vuelva", reconoce.
Para su nueva vida, el "Paciente de Sao Paulo" no desea glorias ni fama, sino ser un ejemplo de esperanza para las 38 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo, según datos de la ONU. "Cuando leo o veo algo sobre mi caso, parece ser un mundo lejano, lúdico, pero soy yo. Es mi historia y eso me emociona mucho", dice con la voz entrecortada. "Solo quiero escuchar que muchos otros también están libres del VIH".
Camino hacia la cura
Aunque no se pueda hablar de cura, los resultados del estudio, que incluyó a 30 pacientes divididos en seis grupos, indican que las perspectivas para el futuro son muy buenas, considera el doctor Diaz. "Hemos visto esa epidemia surgir de una forma tan mortal, hemos conseguido controlarla con medicamentos y ahora tenemos la posibilidad de hacerla desaparecer".
18 meses
38 lleva libre del virus el "Paciente de Sao Paulo". En 2012 fue diagnosticado y tardó siete años en sanar.