Capacidades de los equipos de salud
La compleja cirugía para reimplantar una mano, aun durante días de pandemia, demuestra el profesionalismo de quienes trabajan en el Hospital de Puerto Montt. La pandemia ha dejado en evidencia la necesidad de construir un sistema público de salud donde no haya espacios para la desigualdad.
Si bien hay numerosos rubros del país que han tenido que asumir la pesada carga que ha significado una pandemia inédita en la historia de la humanidad, pocas dudas hay respecto de que ha sido el gremio de la salud el que ha tenido que enfrentar la más difícil de las tareas, con largas jornadas laborales, incertidumbre acerca de los tratamientos médicos, tensión por las reales capacidades de la red asistencial y el estrés propio de atender a personas cuya condición física se puede ver a tal nivel desmejorado que arriesgan su vida. Médicos, enfermeras, personal paramédico y la amplia gama de quienes laboran en los hospitales, clínicas y consultorios han demostrado un amplio compromiso en estos poco más de cuatro meses de pandemia del coronavirus, encontrando el mayoritario respaldo y aprecio de la comunidad.
Demostrando el profesionalismo de quienes se desempeñan en el área de la salud, la labor en los recintos asistenciales no se ha detenido, con todo el esfuerzo que implica la contención del covid-19, como ha quedado en evidencia con una compleja intervención quirúrgica practicada esta semana en el Hospital de Puerto Montt, donde un equipo médico logró reimplantar, después de cinco horas de trabajo, el reimplante de una mano a un paciente que llegó con la extremidad amputada. Hay que reconocer el trabajo desarrollado en el centro puertomontino, que a pesar de la intensa demanda que supone la exigente atención frente a la pandemia, tuvo el espacio para acometer una cirugía de por sí compleja y que resultó exitosa.
Junto con el reconocimiento que se merecen los profesionales que participaron en este procedimiento específico, la ciudadanía ha de valorar también la capacidad de los equipos de salud que laboran en el Hospital de Puerto Montt, que ya desde antes de la actual crisis sanitaria venían dando sobradas muestras de habilidades, conocimientos y compromiso con los pacientes. Es una base esencial para la gran tarea que quedará tras vencer la pandemia: la construcción de un sistema público de salud que de verdad garantice una atención digna y oportuna para cada uno de los habitantes del país.