Pandemia y clases a distancia
El formato de la teleducación ha puesto en la mesa, una vez más, las desigualdades que hay en materia educacional. Aceptando que es imposible aún establecer una fecha, los distintos estamentos de la educación deberían dialogar sobre las clases presenciales.
La crisis sanitaria obligó al sistema escolar a poner en marcha el mecanismo de teleducación, que ha permitido que en los establecimientos hayan continuado las clases a distancia. A partir de marzo, la manera en que se enseña ha cambiado radicalmente. Los profesores han incorporado herramientas nuevas en sus clases, posiblemente por primera vez, y los estudiantes experimentan nuevos métodos de aprendizaje desde sus casas.
Si bien la educación se ha realizado a distancia, por internet, con apoyo de la televisión, han quedado muchos alumnos atrás. De ahí que la autoridad indique que la pandemia está aumentando las desigualdades educativas. El ministro de Educación, Raúl Figueroa, ha llamado a alcanzar un consenso básico para volver a abrir los colegios cuando las condiciones sanitarias lo permitan. Sin embargo, se ha generado un debate con el Colegio de Profesores y con alcaldes que indican que aún no se dan las seguridades para reabrir las escuelas. Entretanto, el ministerio se encuentra afinando un documento que fijará las orientaciones para el año escolar 2020, donde también se tomará en cuenta el impacto que ha tenido la prolongada suspensión de clases presenciales en los estudiantes más vulnerables, que probablemente se traducirán en un incremento todavía mayor en las brechas de aprendizaje que ya existían, en la deserción y en el desarrollo socioemocional de niños y jóvenes, por lo que resulta prioritario volver a las actividades presenciales cuando las condiciones sanitarias lo permitan.
Desde luego que este no será un período escolar normal, por la pandemia que afecta al mundo. A medida que han ido pasando los meses, las universidades y los colegios se han ido adaptando a la modalidad de educación a distancia, pero se observan problemas en el acceso a internet.
Hay que entender que se ha tratado de una situación de emergencia ante la cual nadie estaba preparado. Sin embargo, la teleducación no es comparable con las clases presenciales, por lo que al menos todos los estamentos deberían mostrar una disposición a conversar, para estar preparados cuando estén dadas las condiciones para reabrir los establecimientos.