Efecto pandemia: consecuencias del virus en el bienestar integral
SALUD MENTAL. A medida que pasan los meses, la preocupación sanitaria ya no solo pone el foco en el contagio y sus síntomas, sino que muchas otras derivadas del tema. Una de las más importantes, el debilitamiento psicológico.
Ansiedad, miedo al contagio y depresión por encierro son algunos de los trastornos y síntomas que se han hecho más presentes tras cinco meses de pandemia en Chile. Si bien el coronavirus no deja de ser protagonista, sus efectos colaterales como la salud mental, se ha convertido en un tema recurrente al hablar de consecuencias de la emergencia sanitaria.
Pese a que todavía no se obtienen cifras concretas respecto a lo que ocurre en el área, ya hay patrones que se ven como resultado del encierro, algo que en una cuarentena como la que vive Puerto Montt, se puede agravar.
Aunque las preocupaciones para niños y jóvenes no son las mismas que para los adultos, las respuestas frente a la pandemia no son tan distintas. Carmen Birke, coordinadora Área Piscología Educacional de la carrera de Psicología de la Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia, comenta que en estos grupos etarios "se ha podido observar un aumento de las ansiedades, lo que se evidencia de distintas formas. Han aparecido miedos nuevos o recurrentes, como a la oscuridad, a los monstruos, a que le pase algo a los padres, a quedarse con otras personas. También se ha observado conductas de mayor dependencia, de aferrarse a la mamá, o a alguno de los padres y no querer separarse, siguiéndolos en la casa a donde van, sin querer perderlos de vista".
Explica que "otro síntoma podría ser una dificultad para controlar emociones, con crisis de llanto o rabietas, irritabilidad y baja tolerancia a frustraciones. En algunos niños se puede observar conductas regresivas, lo que implica responder de un modo más infantil o inmaduro, correspondientes a etapas anteriores del desarrollo".
La también magíster en Educación y docente, indica que "los trastornos del ánimo han aumentado, y la forma de presentación en los adolescentes es distinta que en el adulto. El adulto suele verse lentificado, desanimado, decaído, con desesperanza y falta de energía, pero en el adolescente si bien pueden existir estas características, puede presentarse como con irritabilidad y aislamiento, pero lo que más se ha hecho presente es la desmotivación o desgano frente a actividades escolares. Al inicio pareció muy atractivo el trabajo a través de las plataformas, pero luego de un tiempo se ha tornado tedioso, y no quieren conectarse. También se muestran muy ansiosos y frustrados por no poder hacer las actividades que antes hacían, especialmente juntarse con sus amigos".
La además psicóloga de consulta privada y en The American School de Puerto Montt, aconseja "que existan rutinas como hora de levantarse, hábitos básicos como ducharse, vestirse, tomar desayuno o almorzar juntos en familia en la mesa. No hay nada que atente más contra el bienestar emocional, que permanecer todo el día en pijama, desarreglado, reclamando por lo que no podemos hacer. También es importante que existan horarios de trabajo, estudio, y luego de esparcimiento, de compartir en familia".
Evaluación en proceso
Más cauta es la psicóloga Paola Vásquez, jefa del Departamento Salud Mental del Servicio de Salud del Reloncaví, quien estima que "en el desarrollo actual de la pandemia, no se registra un aumento de demanda exponencial en relación a igual periodo anterior. En general existe una baja de nuevos ingresos y se mantiene la continuidad de las atenciones en salud mental. Sí se ha requerido reforzar la coordinación entre la atención primaria y la especialidad, para dar respuesta oportuna a requerimientos de hospitalizaciones o urgencias. Dicha coordinación ha permitido tener acceso a las camas y resolver mayoritariamente de manera ambulatoria.
Esto se explica porque, de manera de mantener la continuidad de atenciones, han disminuido los encuentros presenciales médico-paciente en aproximadamente un 50%, reemplazándose por llamadas telefónicas o videollamadas, según indican desde el servicio.
"Hasta mayo se habían registrado mil 516 acciones telefónicas de salud mental, y 5 mil 506 controles de salud mental vía remota, lo que permite ampliar la cobertura de atención mediante esta estrategia, además de las visitas de entrega de fármacos a domicilio", detalla Vásquez.
Por otro lado, la psicóloga asegura que "los efectos de la cuarentena, en números, aún no podemos explicitarlo, y la demanda por causa de estrés postraumático todavía no es visible", asevera la profesional y sostiene que "la afectación de la salud mental tiene muchos factores predisponentes y en época de pandemia inciden en ella la preocupación por la pérdida del empleo, acceso a necesidades básicas, la incertidumbre de la vuelta a clases y cambio de hábitos de la comunidad ante actual contexto, entre otras".
Nuevos estudios
En lo académico, el tema es igual de nuevo que en la ciencia, lo que ha generado que se tenga en constante estudio. Así lo confirma el jefe de Programa Magíster en Salud Colectiva de la Universidad de Los Lagos, Alex Véliz, quien expone que "existen diversos grupos de investigación y académicos de universidades nacionales e internacionales que se encuentran estudiando el fenómeno de salud mental en contextos de pandemia, para identificar los efectos del aislamiento a nivel biopsicosocial, así como el uso de las tecnologías, la limitación de la movilidad, la pérdida del trabajo y acceso a bienes de sobrevivencia, entre otros aspectos".
Por otro lado, Véliz señala que, desde su experiencia, "que el concepto a desarrollar por las universidades será el enfoque transdisciplinario, que permita a los profesionales mirar la realidad desde un enfoque complejo, donde se requiere la participación de diferentes disciplinas que integradamente aborden un problema de la comunidad". "Si observamos lo que ha significado la aparición del covid - 19, en principio el acento estuvo en un enfoque de salud centrado en lo biomédico, pero con el correr del tiempo nos hemos dado cuenta que esta intervención escapa a la mirada de salud tradicional, y requiere una mirada más integral promoviéndose ahora el concepto de bienestar humano", advierte el académico.
Además, el profesional en salud colectiva se refiere a cómo este periodo también refleja la empatía de la sociedad. "La sociedad chilena, en general, es individualista. La mayoría de los habitantes actuales de este país creció en un modelo capitalista, que pone su acento en las libertades personales, en la capacidad de las personas de resolver sus problemas como individuo. En la medida que las personas se sientan parte de su comunidad, esta mirada disminuye. Esto no ocurre de un momento a otro, es parte de un profundo cambio social donde las personas aprenden que sus comportamientos tienen un efecto positivo o negativo en otros y con el medio ambiente. Si llevamos esto al contexto de salud, la mirada del autocuidado y de la responsabilidad social, son procesos que requieren tiempos mucho más largos que semanas o meses, aquí debería trabajarse para potenciar las relaciones comunitarias y el sentido de pertenencia de las personas con su comunidad", opina Véliz.
1.516 atenciones telefónicas de salud mental se habían registrado hasta mayo, lo que explica la disminución de atención presencial.
5.506 controles de salud mental vía remota se hicieron hasta mayo de este año, además de visitas y entrega de fármacos a domicilio.