Luchsinger y la UDI critican el trato del Gobierno y Córdova
ACUERDO. "He aportado un granito de arena a la lucha del pueblo nación mapuche", dijo el machi tras acuerdo que le permitirá visitar su rehue 30 horas.
Duras críticas desde su propia coalición recibió el Gobierno por el acuerdo al que llegó con el machi Celestino Córdova para que este depusiera su huelga de hambre de tres meses y medio. El condenado a 18 años de cárcel por participar del incendio intencional que causó la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay en 2013, permanecerá en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial hasta recuperarse, tras lo cual quedará recluido en un centro de educación y trabajo de Gendarmería y no en la cárcel de Temuco; desde ahí, se le autorizará una salida a su rehue por 30 horas.
La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dijo en radio Agricultura: "Celestino Córdova está preso porque asesinó a la familia Luchsinger-Mackay. No hay ninguna razón para que alguien como él tenga beneficios distintos a una persona que mató a otro ciudadano sin ser de apellido mapuche". La senadora agregó: "Me hubiera gustado que hubiesen sido menos horas, 12 horas, por ejemplo".
El también gremialista y senador Iván Moreira dijo a 24 Horas: "Mi propio gobierno ha cedido a la extorsión, las deudas históricas no se pagan con extorsión, ni menos amparando la violencia. Esta es una bofetada a millones de chilenos, especialmente quienes viven en La Araucanía, de su propio gobierno, que no los protege, no hace respetar el Estado de Derecho y demuestra debilidad absoluta". Para el diputado de RN Miguel Mellado, que representa a La Araucanía, "el Gobierno le tuerce la mano a la Suprema -que la semana pasada negó un recurso de Córdova para cumplir su condena en arresto domiciliario- y le da la espalda a la gente que votó por el Gobierno en La Araucanía y que quiere paz".
Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio asesinado en 2013, afirmó en CNN Chile que Córdova "no es ningún líder, es un asesino que tiene que estar cumpliendo una condena". Según comentó, los beneficios que se acordaron con el machi son "una cosa más de las que tenemos que soportar".
Declaración
Tras el acuerdo, Córdova hizo una declaración a través su vocera Cristina Romo: "Humildemente he aportado una vez más un granito de arena a la lucha del pueblo nación mapuche, desde mi condición de machi y preso político mapuche, y desde la trinchera de lucha que me ha tocado vivir".
Dijo que "los avances no son satisfactorios en su totalidad" y que aceptó negociar y deponer la huelga a petición de su familia, cercanos y dirigentes. "Si no se ha dado cumplimiento a cabalidad de los acuerdos alcanzados con el Estado de Chile y el gobierno de turno, no descarta una nueva movilización", se agregó.