8ª Compañía de Bomberos de Puerto Montt: resilencia y cooperativa (2ª parte)
El próximo 2 de septiembre, esta entidad de los caballeros del fuego de Puerto Montt Padre José Fernández cumplirá 43 años de vida de servicios a una población que surgió de una cooperativa. Voluntarios que estuvieron en proceso de formación por largos casi 10 años y quienes, en los últimos 15 años, han debido seguir sufriendo para reponer un cuartel indigno a su función.
La Octava Compañía es una de las organizaciones voluntarias que ha escrito su historia vinculadas directamente al origen de una población, en este caso a la ex población Techo Para Todos, hoy Padre José Fernández. Luego de casi 10 años en que debieron cumplir sus funciones solo como brigada, finalmente fueron aceptados por el Cuerpo de Bomberos el 2 de septiembre de 1977 cuando pudieron reacondicionar un viejo camión Chevrolet modelo 1962 al que le agregaron un estanque (ver columna pasada).
Aun así la integración no fue fácil por los nuevos requerimientos administrativos y sobre todo las exigencias de las largas reuniones del directorio general en el centro de la ciudad el que para esos años era más difícil acceder. Varios de ellos renunciaron pues no tenían el tiempo suficiente, entre ellos el propio director Alberto González, quien recuerda que "…nosotros no teníamos la situación muy buena como para estar a la altura de los otros, después de la reunión ellos se pasaban a tomar un café y yo debía volverme caminando hasta la población…"
En 1978 pudieron recibir un carro bomba Mercedes Benz -modelo 1958- que había pertenecido a 1ª Compañía. Este carro los acompañó por poco tiempo ya que en 1982, siendo Director Luis Cayupel, lograron adquirir con fondos propios producto de sus beneficios y de la venta del carro más las gestiones del Directorio General ante la Junta Nacional, uno nuevo, un Camiva Berlier 770. Don Luis relata: "…a mí me tocó ir a buscarlo a Santiago junto con un voluntario de 3ª que también iba a lo mismo. Por primera vez hubo un jolgorio, nos fueron a recibir a la panamericana muchos autos y en la población todos iban a celebrar con ellos".
El voluntario honorario Patricio Solís afirma que "…a diferencia de 3ª nosotros tuvimos que hacer un mayor aporte para la renovación de máquina…a nosotros nos exigían más porque sabían que la Cooperativa Techo Para Todos iba a responder". Homero Águila (Q.E.P.D.) cuenta que le tocó participar en esa reunión en la Cooperativa en 1981: '…ante la amenaza de que el carro se entregaría a otra compañía y lo llevarían para abajo…entonces don Alberto González que era el director fue a la reunión con algunos voluntarios. El padre Pepe siempre se quedaba afirmado del pilar de la puerta, atrás siempre y en ese entonces era el presidente de la Cooperativa Luis Ricke Krebs…el padre Pepe le pregunta a don Luis cuántos socios hay…le responde que eran cuatrocientos y fracción y él dijo: ¿cuánto es lo que está debiendo la octava?...dividan esa deuda entre todos los socios y en un año y medio se descuenta para que no se note y el lunes háganle un cheque para que se los entreguen…así el padre Pepe zanjaba los problemas".
Uno de los hitos importantes de la historia de la Octava Compañía fue la ampliación de su cuartel ya que les permitió contar con oficinas para los oficiales administrativos y una sala de reuniones adecuadas a las necesidades que iban surgiendo. Este fue un proceso que se inició en 1986 y concluyó en agosto de 1989 con la ayuda de la Cooperativa, de los Socios Cooperadores y de las Damas Cooperadoras de la población siendo Director el voluntario Patricio Solís.
Con el nuevo Directorio del Cuerpo de Bomberos elegido en 1988 - con Martín Ercoreca como Superintendente- se produce un cambio respecto a la relación con las compañías de barrio ya que se aprecia un mayor involucramiento en las inversiones de Materiales Mayores como carros y cuarteles, lo que fue bien recibido por parte de la Octava Compañía pues todavía no concluían su segundo piso y además se aprecia un reconocimiento a una compañía de población que acostumbraba realizar beneficios al menos dos o tres veces al mes.
En los últimos años, uno de los hechos que remeció fuertemente a la Octava Compañía fue la muerte del voluntario Raúl César Santana Milapichún de 38 años el 9 de mayo de 2010. Él llevaba 22 años en la compañía por lo que era muy apreciado, uno de los carros lleva su nombre. Otra de las tragedias fue el fallecimiento de Homero Águila Santander el 9 de agosto de 2019 quien tenía 40 años de servicio y que cuando acudió al cuartel para sacar una máquina, sufrió un infarto al corazón transformándose en el primer mártir de la compañía y el quinto Mártir del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt.
El año 2000 falleció el padre José Fernández o padre Pepe como le decían los voluntarios. En honor a él la Octava Compañía cambió de nombre en el año 2004. Hay que recalcar que el espíritu y legado de este sacerdote no solo está presente entre ellos sino que en todo el amplio sector de 'El Alto' que cubren y defienden, como la ex Techo Para Todos, Villa Olímpica, San Luis, 22 de mayo, Bellavista entre otros.
A pesar de todo el enorme esfuerzo realizado para construir su cuartel de calle Santa Inés, en febrero de 2003 hubo una permuta para que el Colegio Salesiano pudiera ampliarse, así ellos se trasladaron a solo una cuadra a las dependencias de la abandonada Escuela Cristo Salvador en un espacio más amplio de aproximadamente 1.800 metros cuadrados, con la esperanza de que podrían prontamente contar con un cuartel digno. Sin embargo, a pesar de que desde 2013 se consiguieron recursos para la elaboración del proyecto de parte del Gobierno Regional y de que varios intendentes han prometido que se realizaría, aún no se ha materializado siendo la única de las 9 compañías que no cuenta con un cuartel adecuado a sus funciones.
Proyección del Cuartel de la Compañía de Población Padre Fernández en Puerto Montt.
Actual cuartel de la Compañía.