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La autora de "Vacío temporal" estudió periodismo en la U.de Chile.
robar por robar".
- "Robaría pan o unos aros"- dice desde Machalí, con la misma contradicción que se lee en todo su libro.
-¿Cómo trabajas lo verdadero y lo falso en la auto-ficción?
-Muchas veces el punto de partida es real, experiencias reales que se van transformando. Trabajo según lo que funcione mejor. Hay cosas que son cien por ciento ficción.
-¿Cómo se tomaron tus amigas y amigos estar en el libro?
-Hablé con ellos, sabían, tengo su permiso. Siempre les pregunto.
-¿Te han censurado alguna vez? ¿Te han dicho "esto mejor no…"?
-No, no me han dicho eso nunca.
-¿Llevas algún amuleto contigo, como la protagonista?
-¿La amatista? La tengo, pero ahora está en Santiago. No me he comprado otra. Realmente la usé un tiempo para dormir, la ponía bajo la almohada, me funcionaba. Cuando ya no me costaba dormir perdí la costumbre, era solo tener la piedra. Yo vivo en Santiago y ahora estoy pasando la cuarentena desde marzo en Machalí. Se me quedó todo, porque cuando empezó la embarrada yo fui a la playa con mi familia, finalmente no pude volver a Santiago, me quedé con lo que tenía.
-Hay una parte de tu novela en la que whatsappeas con Emily Dickinson. ¿Con qué escritora chilena fallecida harías hoy lo mismo?
-Con María Luisa Bombal.
-En tu prosa ocupas mucho punto seguido. ¿Cómo nació esto? ¿Tienes algún referente? ¿Tendrá algo que ver con que estudiaste periodismo?
-No sé si referente explícito, es más algo que se dio naturalmente, siempre se me dio escribir así. Tal vez viene del periodismo, no lo sé.
-¿Cuál es tu opinión de los talleres literarios?
-Solo estuve en el de Claudia (Apablaza). Me sirvió mucho, como la mitad de la novela tal vez, o un poco menos la trabajé en el taller. Todas las semanas tenía que llevar un texto para leer, estaba en la obligación de escribir, y me servía mucho el feedback. Todas comentaban mis textos. Los talleres ayudan a los escritores principiantes como yo. Ayudan a encontrar la voz narrativa, el estilo tal vez.
-Se trabaja la contradicción. Después del carrete de espanto, pizza con piña. Una elección polémica además.
-A mí ni siquiera me gusta.
-¿Y por qué la elegiste?
-No sé, se me ocurrió y la dejé.
-La contradicción de la protagonista, ¿la trabajaste así o es una manera de pensar?
-Es una manera de pensar.
-¿Has tomado mucho alcohol en esta pandemia?
-A veces en video-llamadas con amigos. Al principio tomaba más con mi familia. A mi mamá, le gustaba que le hiciera tragos preparados y ahí tomaba un poco. Pero ahora no estoy tomando hace harto tiempo. No me llama la atención, me da lata.
-Igual es más aburrido tomar en la casa.
-Sí.
-Escribiste de Machalí. Pocas veces ha aparecido en la literatura.
-No he leído toda la literatura de la Sexta Región, quizá también aparece en algo y no tengo idea. Pero por eso quise usarlo. Obvio porque lo conozco y soy de acá. No es muy común que se use Machalí en la literatura.
-En "Vacío temporal" hay muchos recuerdos. ¿Utilizas todo o dejas algo privado para ti?
-Ambas cosas. Me gusta el recuerdo, siempre estamos recordando cosas, todo el día. Pero también hay asuntos privados. Uno selecciona de qué escribir y de qué no. Todo el día, cualquier cosa evoca un recuerdo, aunque sea chico.
cedida
"Me gusta el recuerdo, siempre estamos recordando cosas, todo el día. Pero también hay asuntos privados. Uno selecciona de qué escribir y de qué no. Todo el día, cualquier cosa evoca un recuerdo".