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"Es importante el llamado a la conciencia de los dueños de terrenos a entender que tienen que considerar y mirar más allá de su interés personal y particular y ver que estos espacios son importantes para el desarrollo de la comunidad, son importantes para el futuro de las ciudades, son importantes para hacer ciudades más humanas, con más naturaleza y no tanto cemento. Estamos definiendo el futuro de las ciudades y ahí es donde hay que avanzar", dice el seremi de Medio Ambiente.
Los pocos remanentes de naturaleza que quedan en la ciudad tienen un valor colectivo, más allá de donde están ubicados y a quien le pertenecen, según Camila Teutsch, directora ejecutiva de Patagua y líder del proyecto Quebrada Parque. Destaca el valor funcional que tienen los humedales y quebradas, ya que ayudan a prevenir inundaciones, las que son cada vez más frecuentes en el sur de Chile, que permiten una mejor adaptación climática y que generan bienestar y calidad de vida a las personas.
"El impacto -de los rellenos- no repercute solamente en un dueño, en una persona. Hay una repercusión que es para la ciudad, que es colectiva. Por supuesto, a nosotros nos preocupa ver que esto está ocurriendo cada vez con más frecuencia. O sea, encontrarnos en una semana con tres casos de rellenos en quebradas y humedales de Puerto Varas, para nosotros levanta una voz de alerta súper fuerte", expresa Teutsch.
Expresa que "por mucho tiempo hemos visto a los humedales como un problema que hay que resolver. Pienso que es todo lo contrario, son valores que tenemos que resguardar y hay algo, que es súper concreto, que muestran que el humedal, incluso dentro de un terreno privado, puede aportar valor no solo ecológico, sino que también económico, al hacer un desarrollo que es coherente con el cuidado del espacio. Se puede. Puede ser un aporte".
Como explica la directora ejecutiva de Patagua, los humedales y quebradas suelen asociarse a lugares de escaso valor donde abunda la basura y la delincuencia. Sin embargo, Tomás Gárate, jefe de programas de conservación de Fundación Legado Chile y coordinador de Transforma Puerto Varas, junto a su equipo de trabajo, organizaciones de la sociedad civil y municipios han puesto en valor humedales, especialmente en la comuna de Llanquihue, demostrando que se puede realizar un trabajo público y privado para proteger estos espacios.
Gárate, específicamente sobre el caso de Puerto Varas, acusa que "la culpa es compartida, de las organizaciones, como también del liderazgo comunal, que es la institución que tiene que liderar el proceso, porque eleva el expediente al Ministerio del Medio Ambiente. Por tanto, creo que ahí hace falta una visión de desarrollo sostenible a largo plazo en la comuna. Nosotros nos quedamos atrás en Puerto Varas".
Las más de treinta organizaciones, entre las cuales están todas las consultadas en esta nota, a través de una carta pública enfatizan que es necesario que entre ministerios, gobiernos comunales, organizaciones y vecinos asuman sus responsabilidades y trabajen en comunidad. En este sentido, afirman que la elaboración del Catastro Comunal de Humedales Urbanos es una oportunidad única para que las organizaciones trabajen juntas por comunas más justas, verdes y sostenibles.
Hasta el cierre de esta edición solo fue posible contactar a uno de los dueños de los humedales de Puerto Varas, quien no quiso responder las consultas de este Diario.