"Detesto la condescendencia, pero no me interesa dañar a las personas"
TELEVISIÓN. Santiago Pavlovic analiza el regreso de "Sin parche", su programa de entrevistas que ya lidera el ráting.
Amelia Carvallo
En septiembre de 2019, Santiago Pavlovic estrenó un programa de entrevistas con el sacerdote jesuita Felipe Berríos en sus dominios de La Chimba, en Antofagasta. Un año después, esta semana inició un segundo ciclo de charlas con el médico especialista en urgencias más mediático del último tiempo, el doctor Sebastián Ugarte.
Satisfecho con la emisión del primer capítulo, el icónico periodista de TVN considera a "Sin parche" como un trabajo de equipo. Frente a la buena sintonía que tuvo el programa, que el pasado jueves lideró el ráting con 12 puntos en su horario prime, responde que le perturba que le preguntan solo cuando los números son buenos. "A veces la sintonía no da cabal cuenta de la calidad de un programa. En más de una ocasión he y hemos quedado con la sensación de haber hecho un muy buen trabajo audiovisual que por distintas razones no ha tenido buen rating", argumenta.
-¿Los guiones os escribe usted?, ¿cómo es ese trabajo?
-Los guiones los escribo yo. No se me ocurre quién podría escribir por mí un libreto. Hago las entrevistas, reviso los materiales audiovisuales, escribo los guiones. Esa es mi pega y no podría aceptar que otra persona la hiciera. Además, por eso me pagan y es un trabajo que amo.
-¿Por qué a cada invitado le hacen un test genético?
-Todos queremos saber algo más de nosotros mismos, de nuestros padres y madres, de nuestros orígenes, particularmente en un país de inmigrantes que los acogió como un útero generoso en el fin del mundo.
Pavlovic dice que descubrir facetas desconocidas de sus entrevistados no es tan difícil, ya que se trata de personas y personajes de interés público y le gusta poder discutir con ellos. "Me alejo absolutamente de la condescendencia. Me gusta discutir, incluso desde mi ignorancia en tantos temas. Detesto la condescendencia, pero no me interesa dañar a las personas, quiero también comprenderlas, ver sus sombras y también sus luces", afirma.
-Si con Ugarte tuvimos el tema de la salud presente, ¿me puede adelantar qué otros temas tendrá en las futuras ediciones?
-A veces los temas son revisitados, pero probablemente con otros personajes hablaremos de arte, política e historia, de temas que vuelven y que a mí me apasionan y de los cuales sé poco y quisiera saber siempre más, aunque eso es una ilusión.
-¿Por qué prefirió hacer las entrevistas en diversos lugares en vez de estar en un set con el invitado?
-Porque nos pareció interesante recoger el ritmo de la calle, las reacciones de la gente y los paseantes, el paisaje cambiante, la luz y la sonrisa del sol.
Capítulos y desafíos
Pavlovic cuenta que las grabaciones de los capítulos que veremos se hicieron hace un par de meses y que prefiere mantener el misterio de cuántos se emitirán, pero concede que son pocos, quizás los mismos seis del primer ciclo.
-Sabemos que estará Carlos Larraín en una próxima edición, ¿cómo resultó la conversación con él?, ¿viajó a la Patagonia?, ¿qué impresión se llevó de él?
-Fue una gran conversación con asperezas, encuentros, desencuentros y mucha calidez. Carlos es un enorme personaje, un hombre de vida austera, un "cristiano viejo" metido en un proyecto de vida y negocio en el culo del mundo que responde con campechana franqueza, con ironía sutil y con una vasta cultura que va más allá de la política pedestre, aunque a veces opte por meterse de lleno en ella con los sinsabores y satisfacciones que conlleva.
-¿Qué desafíos tendrá la televisión luego de esta pandemia?
-Creo que uno de los desafíos a los que ya respondió la televisión abierta fue a ofrecer una comunicación inteligente, informada, respetuosa en tiempos de peste. Durante la pandemia nadie se informó por las redes sociales, porque ellas no ofrecen calidad informativa. Son el campo propicio para las "fake news", para la maledicencia, para el lenguaje irresponsable e impúdico, para el odio. La televisión respondió al desafío con seriedad, con cercanía, con información certera, con fuentes confiables, con acompañamiento. Seguramente hubo falencias, pero atendió a la gente en su necesidad de información y conectividad.
-¿Cómo ve la navegación de TVN por estos mares?
-No es fácil navegar en estos mares tempestuosos, primero de extravíos contestatarios, violencia y odios mal paridos, sueños y esperanzas; y segundo, en una pandemia paralizante y que nos ha dejado confusos y perplejos, como cuando ocurre un terremoto y se nos mueve el piso de la normalidad. Pero, en fin, TVN está mejorando cada día pese a todas sus precariedades. La competencia es dura, pero yo entiendo a mi canal como el canal de todos, el canal de los chilenos.