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no se centraron en la parte alta, sino que comenzaron desde la zona de abajo.
Hasta ahí llegó José junto a su familia, además de un grupo de voluntarios que formaron parte de la búsqueda.
"No sé qué más decir si no tenemos nada… Y es que mientras no se encuentre a él o los culpables, no podemos decir nada. Ya estoy cansada, no sé qué decir, sólo pedir que me ayuden porque (la desaparición) la hicieron tan bien que ya se van a cumplir 10 meses y no hemos podido tener nada", complementa Silvia Agüero, madre de Claudia.
"Hay gente que nos está ayudando, como la prensa y un grupo que nos apoya y que reúne gente, con la que se comunican a través de distintos medios, como redes sociales, para realizar distintas acciones", señala.
Silvia Agüero mira el entorno y reflexiona: "En este río (ubicado en la parte baja del cerro) es cómo buscar una aguja en un pajar. Porque hay que levantar rama por rama. No sé cómo vamos a pillar algo. Mientras no se pille a quién o quiénes le hicieron daño, no tendremos nada".
"no bajen los brazos"
Silvia Agüero agradece la labor de la Fiscalía y de las policías, pues "sé que están trabajando (en su búsqueda), haciendo su trabajo. Estoy agradecida de todos, porque somos una arenita que estamos en la tierra y sin saber cómo empezar a buscarla".
Sin embargo, lamenta que en todo este camino se encontraran con una serie de obstáculos y que el coronavirus y, sobre todo la cuarentena, hubiese repercutido en la búsqueda. "Ojalá que la Policía de Investigaciones (PDI) no baje los brazos. Tengo esperanza de encontrarla porque la esperanza es lo último que se pierde", remarca.
Respecto de este caso, en la Fiscalía señalan que "desde su desaparición el 2 de diciembre de 2019 y hasta la fecha, no ha sido posible establecer el paradero ni el destino de la afectada, ni existen testigos sobre ello".
Además, precisan que este caso se encuentra con diligencias de búsqueda e investigativas en curso que son desarrolladas por un equipo con dedicación exclusiva de la PDI.
Pero Claudia Agüero no es la única mujer que ha desaparecido en la provincia de Llanquihue durante la última década. Hay otros cinco casos que están siendo indagados por la Fiscalía.
Mariela Barra
"Nos ponemos en un cien por ciento en los pies de la familia de Claudia Agüero, ya que sabemos lo que están viviendo, porque sé cómo es este proceso y porque aunque pasen 10 ó 15 años, el dolor no para", confiesa Bernardo Betancour, esposo de Mariela Barra, quien desapareció hace ya nueve años, el 23 de julio de 2011.
Betancour reconoce que el caso de Claudia Agüero les ha hecho revivir todo lo que pasaron cuando a su esposa se le perdió el rastro. No obstante, y al igual que la familia de Claudia, afirma que no bajarán los brazos en su lucha por encontrarla.
El hombre de 54 años le pide además al fiscal Jorge Raddatz una mayor eficacia en la investigación que pueda dar con el paradero de Mariela Barra.
Bernardo Betancour cuenta que volvió a vivir al sector de La Vara junto a su pequeño hijo, que tenía poco más de un año de edad cuando su madre desapareció.
En el lugar se construyó una casa y no ha perdido, durante todo este tiempo, el contacto con los dos hijos que tenía Mariela Barra.
"Nos ha costado harto salir adelante. A mi hijo esta situación le ha causado mucho daño. Sueña con ella y todos esperamos una respuesta del cielo".