Emprendedores desprotegidos
Un estudio previo al estallido social da cuenta de la alta informalidad y falta de capacitación que hay en torno a los microemprendimentos. Una de las tareas pendientes en el sector económico pasa por una mayor focalización de las políticas sociales en favor de los emprendedores.
Un alto nivel de informalidad y una significativa falta de capacitación reveló la sexta versión de la Encuesta de Microemprendimiento (EME) 2019, instrumento desarrollado por el Ministerio de Economía y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para caracterizar el contexto en que se desempeña este tipo de labores en el país. Los resultados, sin duda, resultan inquietantes y deberían estar en el foco de la preocupación, especialmente en el período de reactivación que se debería enfrentar en los próximos meses.
La encuesta muestra un complejo escenario local, ya que la mayoría de personas dedicadas a estas actividades no cotiza en salud ni ahorra para futuras pensiones. Estos datos revelan la precariedad de no contar con un sistema de salud adecuado en el presente y, por supuesto, pone una importante interrogante de cómo se solventará la mantención de esas personas cuando sean adultos mayores.
Otro de los aspectos que expuso la encuesta es el bajo nivel de capacitación para llevar adelante los microemprendimientos, algo que evidentemente puede explicar malos resultados en el desempeño económico de las iniciativas. En efecto, según señala el informe, sólo el 27,5% de los encuestados reconoció haberse capacitado en algún momento para la actividad económica que desarrolla. Las razones, apuntaron, tienen que ver fundamentalmente con la falta de interés y el no saber a qué lugar o instancia acudir.
La encuesta fue aplicada durante 2019 y, por consiguiente, no considera los efectos que han tenido la crisis de octubre y la posterior llegada de la pandemia, fenómenos que hacen suponer un aumento aún mayor de la informalidad, debido a las urgencias económicas.
Frente a este escenario es indudable que hay una tarea pendiente en materia de impulso de políticas públicas que permitan el desarrollo de microemprendimientos con un mayor nivel de protección social en el país. En Los Lagos, una región con abundante presencia de emprendimientos turísticos, es una materia de la mayor relevancia.