Científicas ganan el Nobel de Química por "tijeras genéticas"
GENÉTICA. Emmanuelle Charpentier y Jennifer Dudna desarrollaron una herramienta que permite editar el código de la vida.
Agencias
La francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna fueron premiadas ayer por la Real Academia de las Ciencias sueca con el Nobel de Química por el desarrollo de un método para la edición genética que permite "reescribir" el código de la vida y con múltiples aplicaciones, desde la medicina a la agricultura.
El descubrimiento de las "tijeras genéticas" CRISPR-Cas9 ha permitido a los investigadores cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos "con gran precisión", ha contribuido al desarrollo de nuevas terapias y abierto la posibilidad de curar en el futuro enfermedades hereditarias, además de introducir mejoras en el cultivo de plantas y hacerlas más resistentes a sequías y plagas.
Aunque los hallazgos de las dos investigadoras no tienen ni una década de historia, hace años que se viene especulando con un galardón para esta técnica y se trataba de un premio "esperado por muchos" debido a que ha sido "de gran ayuda" para la Humanidad, admitió en la rueda de prensa de presentación Pernilla Wittung Stafshede, miembro del comité Nobel.
La herramienta descubierta por Charpentier y Doudna se inspira en los estudios sobre el sistema inmunológico de las bacterias y cómo estas se defienden de los virus del investigador español Francis Mojica, quien sentó las bases de la técnica CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas).
Pero Mojica, que lleva años en las candidaturas a los premios, no fue tenido en cuenta por el comité Nobel, que no explica si ha considerado a otros posibles candidatos y las razones de su exclusión, sino solo los méritos de los galardonados.
Estudio de bacterias
Cuando Charpentier (Juvisy-sur-Orge, Francia, 1968) creó su propio grupo de investigación en la Universidad de Viena en 2002, se centró en una de las bacterias más dañinas, el Streptococcus pyogenes, y en cómo sus genes estaban regulados.
Así descubriría años después una molécula ARN (tracRNA), con un código genético muy similar a la secuencia CRISPR del genoma de esa bacteria, capaz de derrotar a los virus partiendo su ADN.
Para continuar avanzado en sus investigaciones, Charpentier decidió contactar en 2011 a una experta en ARN Jennifer Doudna, una bioquímica con dos décadas de experiencia en el estudio de los ácidos ribonucleicos.
Estudiando un lustro atrás la ribointerferencia, el sistema que usan las células de organismos vivos para controlar los genes activos en un momento, Doudna (Washington, 1964) decidió, espoleada por una colega, analizar el sistema CRISPR, siguiendo la sospecha que había en la comunidad científica de que ese mecanismo era muy similar al objeto de su anterior investigación.
Dilema ético
"Hay un enorme poder en esta herramienta genética, que nos afecta a todos", señaló Claes Gustafsson, presidente del comité del Nobel de Química, y agregó que, como resultado, cualquier genoma puede editarse ahora "para reparar el daño genético. El enorme poder de esta tecnología significa que tenemos que usarla con mucho cuidado".
Ya ha planteado serias cuestiones éticas en la comunidad científica. La mayor parte del mundo se enteró de la existencia de CRISPR en 2018, cuando el científico chino He Jiankui reveló que había ayudado a crear los primeros bebés editados genéticamente del mundo, para tratar de crear resistencia a un futuro contagio con el virus del sida. Su trabajo fue denunciado en todo el mundo como una experimentación humana poco segura por el riesgo de causar cambios no intencionados pueden transmitirse a generaciones futuras, y actualmente está en prisión.
"Estoy muy emocionada", dijo Charpentier, de 51 años, desde Berlín tras enterarse del premio. "Deseo que esto envíe un mensaje positivo a las jóvenes que quieren seguir el camino de la ciencia", agregó.
Doudna dijo a The Associated Press que "mi mayor esperanza es que se utilice para el bien, para descubrir nuevos misterios en biología y para beneficiar a la humanidad".