Cuarentena sí, cuarentena no
En la semana más difícil desde el punto de vista sanitario para Puerto Montt, el municipio ha pedido el término del confinamiento. En menos de siete días, la ciudad rompió el récord de contagios de covid-19 y, además, el hospital reportó poca disponibilidad de camas UCI y UTI.
Desde que comenzó la cuarentena en Puerto Montt, el 29 de julio pasado, la última semana debe ser la más compleja que se ha vivido desde el punto de vista sanitario por la pandemia. En menos de siete días, la capital regional alcanzó la cifra más alta de contagios de covid-19 por día, 82 el sábado y 79 el martes; y además, por primera vez se ha reportado que el hospital de la ciudad se encuentra en un momento relativamente crítico, luego que el lunes pasado se informara que sólo quedaban disponibles tres camas UCI y cinco UTI. El mismo panorama se aprecia en la red asistencial de Los Lagos; de hecho, desde el Hospital de Osorno se enviaron pacientes hacia otras regiones por estar a máxima capacidad por el alza de contagiados que también se vive en esa ciudad.
Extrañamente, considerando este difícil escenario de la capital regional y de Los Lagos, el alcalde de Puerto Montt elevó formalmente el miércoles al Ministerio de Salud una solicitud formal
para que se levante el confinamiento de la ciudad, primero con una carta y más tarde en una reunión virtual sostenida con el titular de la cartera, el también puertomontino Enrique Paris. La solicitud del jefe comunal contrasta con la actitud que tomó en los meses de junio y julio, cuando en medio de un cuadro de contagios que no revestía la misma inquietud que ahora, pedía públicamente el establecimiento de una cuarentena.
La razón de la alcaldía para exigir el final del confinamiento pasa por las objetivas debilidades que ha exhibido la medida sanitaria en la ciudad; es más, el propio jefe comunal la catalogó como de "cartón". No obstante, tratándose de una restricción que busca salvar vidas, lo que correspondería es exigir una adecuada fiscalización al Gobierno para frenar la escalada de casos que se vive en la ciudad, además de explorar nuevas acciones de parte del mismo municipio que ayuden a desincentivar la vulneración del confinamiento, que es la raíz del actual problema.
Tiempos tan inciertos y complejos como los que se viven ahora en el mundo requieren de un liderazgo sólido y claro que, reconociendo los pro y contra de toda política pública, esté a tono con la complicada realidad sanitaria que se vive en el país, la región y la ciudad.