Gremio del transporte público acusa invasión de autos piratas en las calles
SITUACIÓN. Dirigentes de líneas de colectivos y microbuses analizaron dura realidad, ante el bajo flujo de pasajeros. Hoy sólo circulan 150 micros en promedio, de un total de 534 inscritas.
Una doble batalla ha debido librar el transporte público de Puerto Montt en estos últimos siete meses, ante la evidente disminución de pasajeros y también ante la competencia eterna del transporte informal que, según dirigentes, ha invadido las calles céntricas y que incluso opera a metros de la Quinta Comisaría de Carabineros.
De acuerdo a lo señalado por directivos gremiales locales, la autoridad ministeriales no han tomado el toro por las astas y formularon un llamado para realizar controles más estrictos e impedir esta invasión de autos "piratas" que, según relatan, se esconden en automóviles que realizan delivery tanto en Puerto Montt como en otras zonas pobladas, como Alerce.
Según denuncia el presidente de la Línea de Colectivos N°50 "Mirasol", Walter Águila, el alto número de locomoción informal se nota con calles llenas de máquinas piratas y que nadie fiscaliza, dado que transitarían con permisos para sortear la cuarentena.
Águila agregó que se ha transformado en un fenómeno muy común, a lo que suman vehículos con letreros que dicen "Delivery" en el parabrisas y andan transportando pasajeros. "En Punta Arenas, descubrieron a un dueño de local de comida de rápida, que manejaba un total de 400 vehículos que utilizaba como reparto. Creo que alguna situación similar se puede estar viviendo en Puerto Montt, por la proliferación de autos informales que no deberían estar circulando", comentó el dirigente.
Águila además destacó el apoyo que han tenido desde el municipio, que los ha ayudado en la sanitización de los vehículos.
Complejo escenario
Águila comentó que la situación del transporte colectivo ha venido de una baja constante desde el estallido de la pandemia. "El trabajo está malo y más encima se está llenando de piratas en las principales calles de la ciudad y es a nosotros los que nos controlan, mientras que a ellos no se les fiscaliza", aseguró Águila.
En tanto que el presidente de la Línea 4 de Microbuses Chinquihue, Héctor Águila, sostiene que están funcionando normalmente, a pesar del difícil escenario que enfrenta el sector. "La empresa ha logrado afrontar las deudas y los gastos que significan, por ejemplo, el servicio GPS y el pago de los conductores", afirmó el dirigente.
Actualmente, la línea 4 cuenta con una flota de 60 máquinas, sin embargo, de ellas solo el 30% se encuentra trabajando en su trayecto que va desde Chinquihue a Pelluco, porcentaje que equivale además a la baja en los servicios. Por su parte, en la empresa Transmontt S.A. -que preside Tito Gómez- también se ha sentido con fuerza el complejo panorama del gremio del transporte urbano.
El dirigente gremial manifestó que el déficit económico se inició incluso antes del estallido de la pandemia, ya que no se lograba trabajar normalmente, lo que se restableció en los meses de enero y febrero, hasta que en marzo, la situación sanitaria detonó una nueva crisis que está afectando al sector. "De 534 máquinas inscritas que circulan por la ciudad, sólo lo hacen unos 150 buses en promedio, de lunes a viernes especialmente y hemos tenido el apoyo municipal para sanitizar todos los buses de forma mensual", detalló Gómez.
Precisó el dirigente que también aprecia una proliferación de transporte pirata que ha terminado por perjudicar el transporte formal y con ello la estabilidad laboral de muchos de sus asociados.
60 máquinas con las que forman parte de la Linea de Buses N° 4 Chinquihue que opera uniendo este punto y el sector de Pelluco.