Menos de 24 horas pasaron entre la primera manifestación del viernes 18 de octubre de 2019 en Santiago y lo que ocurriría en Puerto Montt al día siguiente, con la marcha que convocó a unas 10 mil personas en el centro de la capital regional.

La movilización dejó en jaque el Gobierno de Sebastián Piñera. Un estallido social que tuvo como símbolo la evasión del Metro, que daría inicio a multitudinarias marchas sociales, que también fueron acompañadas por vandalismo y daños a la infraestructura pública.

Desde aquel día len as calles de Puerto Montt y de las principales ciudades del país hubo una seguidilla de manifestaciones convocadas por distintas organizaciones sociales para representar demandas y necesidades, exigiendo incluso la salida de la actual administración gobernante.

En las marchas no se observó banderas de partidos y los cánticos solicitaban mejoras en educación, salud, pensiones, sí como viviendas dignas, mayores derechos para las etnias, junto con pancartas alusivas al femicidio y la violencia contra las mujeres.

Cambios y evolución

El cientista político y académico de la Universidad de Los Lagos (ULagos), Gerardo González, se refirió a este acontecimiento que detonó, por ejemplo, la realización del plebiscito constitucional del próximo domingo.

Según el análisis de González , en Chile se venía incubando desde hace muchos años, e incluso décadas, un profundo malestar social relacionado con injusticias, desigualdades, discriminaciones y promesas incumplidas de parte de políticos y gobiernos.

"Lo sucedido a fines del año pasado fue la gota que rebalsó el vaso, en el sentido de que incluso en el segundo gobierno de Michelle Bachelet se había comprometido formalmente una nueva Constitución, lo cual no se cumplió", aseveró.

A su juicio, el país cambió y Puerto Montt también. "Somos una comuna inserta en una de las regiones más dispersas territorialmente, con una diversidad de problemas sociales bastante desatendidas, donde se está más lejos del poder central, con más desigualdades y brechas que se han acentuado con la cuarentena indefinida del coronavirus. La ciudadanía pasó a ser más exigente", dijo.

Efectos económicos

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt, Eduardo Salazar, expresó que comparten el derecho a manifestarse públicamente y que sean escuchadas sus demandas, pero como gremio discrepan y reprueban la violencia y los daños a la propiedad pública y privada registrada a partir de esa fecha. "Que destruyan la ciudad, el patrimonio que es de todos, es inaceptable", sentenció.

En cuanto al impacto en el sector, el líder gremial expuso que producto de esas violentas jornadas de protesta, "ellos pararon el sector comercio y turismo", lo que se repitió a contar de las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia del covid-19.

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