Académicos destacan retorno de población juvenil a las urnas
PARTICIPACIÓN. Analistas puertomontinos valoran la masiva afluencia de los jóvenes y la tranquilidad que reinó en los locales de votación.
Las últimas elecciones en el país estuvieron marcadas por una alta abstención, sobre todo de parte de los jóvenes, quienes habían tomado distancia de los locales de votación. Sin embargo, el plebiscito de ayer marcó el final de esta tendencia y el retorno de los más jóvenes a este tipo de procesos.
Así lo destacan el director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Austral, sede Puerto Montt, Pedro Díaz; el Doctor en Sociología, Carlos Haefner, académico del Instituto de Gestión e Industria del mismo plantel; y el Doctor en Ciencias Políticas y académico de la Universidad de Los Lagos, Gerardo González.
En su análisis, Pedro Díaz recuerda que la posibilidad de un cambio constitucional fue generada gracias a la participación activa, política y social de los jóvenes, por lo que estos se sienten hoy partícipes de la construcción futura del país.
Por lo mismo, recalca, debieron ser ellos los primeros en llegar a las urnas, dada la motivación que les presentaba este proceso, ya que fueron los "detonantes" de su desarrollo.
Para Carlos Haefner, en tanto, se trata de una tendencia "muy interesante", ya que marca un quiebre con lo sucedido durante los últimos años, que se habían caracterizado porque la población más joven se restaba de los actos eleccionarios.
Por ello, califica de momento "histórico" lo de ayer, porque significó, a su juicio, que se puede revertir el distanciamiento de este segmento de los puntos de sufragio.
"Hoy, más que nunca, necesitamos que los jóvenes no sólo participen de los actos eleccionarios, sino que se involucren en un proceso de cambios sustantivos para el país", reflexiona.
Y es que, según asegura el experto, se tiende a decir que en los comicios las personas cumplen un deber cívico, pero ayer se estaba frente a una oportunidad de estructurar que las elecciones sean definidas como un "derecho ciudadano que hay que ejercerlo como tal, lo que significa que en el caso del plebiscito, no estábamos votando por algo menor, sino que por el cambio de lo que será el futuro de nuestro país. Es decir: reescribir nuestra historia".
Expectativas
Pedro Díaz, por su parte, destaca que este proceso generó bastantes expectativas.
"La gente, la ciudadanía, está enamorada de la posibilidad de cambiar la Constitución", detalla.
Por lo mismo, añade, salió en "masa a las urnas" para reivindicar esta posibilidad, a pesar del complejo presente que se vive por la pandemia.
Carlos Haefner coloca el acento en que la participación fue mayor a la que se vivió en oportunidades anteriores, lo que es "tremendamente relevante, porque este plebiscito necesita de un apoyo ciudadano mayoritario, por sobre el promedio histórico de las últimas elecciones y en especial desde que existe el voto voluntario". Otro aspecto que valora el académico es la forma en la que se desarrolló el proceso, la tranquilidad con que el electorado concurrió a los locales de votación.
"Hace mucho tiempo que no veía una elección en que la gente estuviese muy contenta y con un sentido de amabilidad, de confianza y de esperanza", precisa.
Gerardo González, de la ULagos, comparte el parecer sobre el voto joven en la jornada de ayer, la cual calificó como "una verdadera fiesta cívica".
"Eso es algo nunca antes observado desde el punto de vista de la participación y concurrencia desde la recuperación de la democracia, sobre todo en relación con lo que pasó en el plebiscito del Sí y el No del año 1988, donde participaron más de siete millones de personas; y con el último antecedente que tenemos de participación en la segunda vuelta presidencial, estaríamos hablando de una participación inédita, se ve a esta hora una buena convocatoria de jóvenes y adultos jóvenes (entre 18 y 40 años) que representan alrededor de seis millones de personas dentro del padrón electoral de más de 14 habilitados", dijo.