El potencial del hidrógeno verde
El país se encuentra ante una nueva oportunidad de desarrollo gracias a sus riquezas naturales. El mandato nacional debería ser aprovechar responsablemente esta emergente ventaja. Si los estudios están en lo cierto, Chile podría convertirse dentro de 20 años más en una potencia mundial de producción de hidrógeno verde.
Aprincipios de este mes el Gobierno presentó la estrategia nacional que busca convertir a Chile en líder mundial en la producción y exportación de hidrógeno verde, combustible renovable que se obtiene a partir del gas natural o de la electrólisis del agua.
Este nuevo polo de progreso para el país podría significar -según las estimaciones oficiales- la creación de unos 100.000 empleos y US$ 200 mil millones en inversión durante los próximos 20 años. Se trata de un plan que busca convertir a Chile -de aquí al año 2040- en uno de los principales productores mundiales de este combustible.
Diversos análisis, incluyendo los de la Agencia Internacional de Energía y de McKinsey&Company, muestran que la enorme riqueza de energías renovables de Chile le permitiría producir el hidrógeno verde más competitivo del planeta y, por cierto, a gran escala. Por ello, la planificación considera tres objetivos específicos principales: producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030, estar entre los tres principales exportadores para 2040 y contar con 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al año 2025. Para ello, se ha elaborado un plan de acción concreto que acelere el despliegue de hidrógeno verde en aplicaciones nacionales clave para 2025 y entrar al mercado de exportación para 2030.
A ello se suma la opción de aplicar planes pilotos de uso de hidrógeno verde en buses interurbanos, la conversión de vehículo eléctrico a hidrógeno y la inyección de hidrógeno gaseoso a la red de tuberías de gas existentes. Así se espera estimular el impulso de este combustible, concretar actividades de transferencia tecnológica a distintas firmas y generar capital humano avanzado.
Frente a tal apuesta, resulta muy positivo que Chile -que ha demostrado su potencial en el rubro energético- pueda también liderar los esfuerzos de introducción del denominado "combustible del futuro". Constituye una gran oportunidad para introducir nuevas áreas de desarrollo para el país que, ojalá, vaya en beneficio de la mayoría de la población y que no quede en manos de unos pocos.