Viejos pascueros se reinventan para cumplir en esta Navidad
PANDEMIA. Contactos a través de alguna plataforma de Internet o mediante videollamada, así como visitas a las casas de los menores aparecen como las opciones de quienes se dedican a este oficio durante esta fecha y ante la falta de actividades de fin de año, en las que su presencia era fundamental.
La fiestas de fin de año aparecen como la oportunidad que tienen algunas personas de poder conseguir recursos extras debido a la serie de oportunidades laborales que generan en esta fecha, principalmente, durante los días previos a Navidad.
Eso hasta el año pasado, ya que este 2020 el panorama cambió de manera radical producto de la pandemia.
Tradicional eran los paseos de cursos o eventos de empresas, para los cuales requerían la presencia del Viejo Pascuero.
Pero también era común ver a jóvenes reforzando el personal de los establecimientos comerciales debido a la alta demanda que se genera producto de esta fecha.
El armado de regalos se había transformado en un oficio permanente para los más jóvenes, quienes aprovechaban esta oportunidad para contar con un ingreso, como señalan el seremi del Trabajo, Fernando Gebhard y el presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo de Puerto Montt, Eduardo Salazar.
Giro
En este escenario, los viejos pascueros se tuvieron que reinventar, aunque este cambio no les asegura la misma cantidad de trabajo que años anteriores.
De hecho, el movimiento descendió de forma radical en relación a años anteriores.
Raymundo Gracia hace cuatro años que trabaja como Viejo Pascuero. Es comerciante y durante estas fechas viste del traje rojo.
Así trabajó en distintas partes, en empresas y en algunos eventos de colegios jardines infantiles.
Más allá del ingreso que generaba en esta época, su mayor satisfacción, según comenta, es la felicidad que expresan los niños cada vez que los visita personificando al hombre que habita en el Polo Norte.
Pero hoy el panorama cambió de manera radical producto del covid-19, por lo que ya no cuenta con los eventos, ni con las actividades propias de este tiempo.
Por eso debió dar un giro y hoy realiza contactos online con los niños. Es decir, el Viejito Pascuero también adoptó la modalidad de teletrabajo, por lo que se comunica con los menores a través de videollamada o mediante algunas de las plataformas que se han usado durante este tipo.
En cada llamado, según cuenta, interactúa tanto con los niños como con los padres que requieren de sus servicios.
De esta forma también se ha podido contactar con más de un pequeño, a la vez, como, por ejemplo, con un grupo de alumnos de un jardín infantil con los cuales fue conversando uno a uno.
Cada llamado tiene un tiempo de 10 minutos, aunque, en realidad "es hasta que los niños queden felices".
Los contactos, explica, los realiza en un horario que oscila entre las 15 y las 20 horas.
En la misma línea, Rodrigo Borja, quien también se desempeña como Viejo Pascuero durante estas fiestas debió darle un giro a su oficio.
Borja sostiene que se trata de una Navidad distinta a la de años anteriores producto del coronavirus y por lo mismo su llamado es a que se puedan hacer prevalecer otros valores.
Es así como coloca el acento en que más que el regalo lo importante tiene que ser el mensaje que deja y que, en esta ocasión, tiene que ver con la solidaridad y con el cuidado.
En juntas de vecinos
Borja, quien lleva cinco años en este oficio, personifica al hombre de la barba blanca, principalmente, en las poblaciones. Por lo mismo , ahora y ante la ausencia de actividades, como paseos de curso, realiza labores a domicilio, pero siempre junto a una organización.
"La gente, durante los últimos tres años, comenzó a salir a cenar afuera, lo que no sucede en esta ocasión".
Eduardo Salazar