Propiedades de Fischer
En mi calidad de oriundo y formado en todos los ámbitos educacionales en Puerto Montt, no deja de llamarme la atención la columna escrita por el empresario Claudio Fischer (publicada en la edición del sábado pasado de El Llanquihue), nacido en Coyhaique, según tengo entendido. Habla de "mala memoria" para referirse a las críticas que recibió de un arquitecto local sobre la intervención que tuvieron los terrenos que EFE puso a la venta en los años 90 y que comparte con la familia Mosa: la diferencia es que uno ha invertido y el otro no.
Como puertomontino he visto y a la vez le exijo una explicación como antiguo vecino de mi querida tierra, por la situación de abandono que presentan varios terrenos ubicados en lugares de privilegio de la ciudad y que son de su propiedad, comenzando por el sitio eriazo de más de seis mil metros cuadrados ubicado en calle O'Higgins, a un costado del antiguo hospital y que a mediados de los 90 formaba parte de un megaproyecto de edificios que quedó inconcluso y sin planes futuros de inversión.
En el Paseo Talca existe otra "mancha", de casi una cuadra completa, en la que el mismo empresario prometió edificar hace cinco o seis años, pero que "quedó en el aire" y que se ha convertido en una especie de basural de nuestro ya destruido casco histórico y por el que exijo una respuesta concreta. También saber qué sucedió con el terreno adquirido a la familia Brahm en calle Cauquenes, desde 1996 habilitado como un lugar de estacionamientos, sin vida comercial ni futuro desarrollo, y para qué hablar de los estacionamientos subterráneos construidos durante la administración municipal que dirigía en ese entonces Rabindranath Quinteros y que permitieron ponerle cemento a toda nuestra Costanera.
Como expresara el cantautor Víctor Jara, le hago estas "Preguntas por Puerto Montt" y para no olvidar.
Javier Villarroel
Arreglos en Antonio Varas
Veo en su diario la noticia de arreglos en calle Antonio Varas. La duda más importante es: ¿baldosas jugosas, como siempre? ¿Boletas de garantía post trabajo por seis meses y luego baldosas todas sueltas, por años?
Mario Águila Inostroza
Compromiso con clases online
Le escribo esta carta con el fin de comentarle sobre algunas inquietudes que tengo sobre las clases online. Lo primero es que me asombra muchísimo la cantidad de alumnos que se conectan a las clases, ya que son muy pocos. En la mayoría de las clases no sobrepasamos los 35 alumnos conectados y aunque parezca que es una buena cantidad, no lo es.
Hay que considerar que somos cuatro primeros medios, aproximadamente hay entre 30 y 35 alumnos en cada curso y en total seríamos entre 120 y 140 alumnos, y nunca nos conectamos más de 40 alumnos. Eso indica que menos de la mitad de los alumnos se conectan a las clases online.
Por otra parte, los alumnos deberían poner más compromiso y responsabilidad de su parte, ya que las clases online son de gran ayuda y ellos no las están recibiendo, lo cual complica bastante las cosas, porque se les hace mucho más difícil responder todas las guías que se les están entregando y les afecta mucho en sus notas. Y me gustaría que la asistencia alcanzara al menos el 70%.
Yaritza Marín Martínez, alumna del Instituto Técnico Forjadores de Alerce
Gracias, vida
Cuando la vida te da sin pedir nada a cambio otra oportunidad, aparte de todo lo que ya te había dado con anterioridad, te ha dado dos hijos maravillosos, un par de amores verdaderos y otros esquivos, cuando has podido plantar un árbol y escribir un libro, lo que la sociedad conoce como un hombre a carta cabal. Te ha dado la oportunidad que la muerte siga de vacaciones alrededor tuyo, me pregunto, ¿qué puedo escribir hoy?
Cuándo te ha dado y dejado a la vera de todos tus caminos, amigos increíbles, que decirles hoy que son y han sido honestos y sinceros, es apenas agradecerle nada de lo que en verdad han dado por mí.
Hoy quiero pensar en voz alta que estoy en deuda contigo, vida, te he contrariado y desafiado a cada instante sin cuidarme como tú quisieras y me exiges, porque me embriago más a menudo de lo que está permitido. Llegó la hora de darte las gracias, vida, por tu irreverencia, tu aguante sin límite. Qué manera de dejarme con todas mis imperfecciones ser perfecto, hacer todo lo que me gusta y me llena el alma. De darme el amor jovial, dulce, tierno y amoroso.
Te doy gracias, vida, por volver a estar vivo un año más, otra vuelta a todas mis andanzas. Me siento sosegado, contento, satisfecho, alegre, feliz y enamorado , todo ello que me señala que cuando decidas mi partir, sin duda te quedaré debiendo; y si alguien me recuerda, que sea como el que no tuvo mucho y se sintió millonario de felicidad y esperanza. Gracias vida por un año más de tu vida.
Eduardo Nievas Muñoz