Cancelan eventos de Año Nuevo y verano: priorizan la ayuda social
DECISIÓN DE MUNICIPALIDADES. Desde las comunas más turísticas creen que no es tiempo de espectáculos y que recursos no usados cubrirán ayuda a familias más vulnerables y a tapar bajos presupuestos actuales.
Ni actividades navideñas ni espectáculos de fin de año. Mucho menos encuentros masivos en verano. Está todo -o al menos casi todo- cancelado en algunas de las comunas más turísticas de la provincia, debido a la pandemia del coronavirus que azota al planeta y que asusta con agudizarse en las próximas semanas con nuevas oleadas y cepas.
Las razones son multifactoriales, pero destacan, entre las más fuertes, el no poder reunir multitudes, la característica de turismo presencial de la zona, la necesidad de no gastar ese dinero para ir en ayuda a los bajos presupuestos con los que cuentan las comunas y, principalmente, el desesperado apoyo social que están requiriendo muchas familias, cuyas fuentes de sustento se han arruinado con la crisis sanitaria.
En esto último pone énfasis el alcalde de Llanquihue, Víctor Angulo, quien asegura que "no son los tiempos para hacer eventos masivos. El enfoque tiene que estar en otra cosa, que es lo social".
Detalla que "todas las actividades relacionadas con el verano, como las fiestas costumbristas y la Semana Llanquihuana, las suspendimos con aprobación del Concejo. Esto por la contingencia que estamos viviendo (…) el 'ahorro' de no realizar estas actividades se va a beneficio de temas sociales". Tendencia que seguirá Calbuco, que incluso da de baja -salvo un cambio radical de última hora en la realidad de los contagios y fase en el verano- el tradicional Curanto Gigante de la comuna. "Está todo suspendido, actividades públicas y masivas obviamente que no (haremos). Hay una feria que se instala la próxima semana, pero eso sería todo", explica el alcalde Rubén Cárdenas.
Añade que "todo se ha redestinado al departamento social para alcanzar a más familias con la canasta (de insumos básicos). Dos de las comunas que más visitantes reciben en época estival son Frutillar y Puerto Varas, y en ambas el panorama no es alentador y se acotará a permisos puntuales.
Claus Lindemann, edil frutillarino, expone que "el presupuesto de 2020 no consideraba ni fuegos artificiales ni actividades de verano, luego que bajáramos estas actividades posteriores al estallido social de octubre de 2019", argumenta a la vez que asegura que, por lo mismo, "no es necesario reasignar nada (porque nunca se destinó plata a eso)".
Su par de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, estima que "lo que hacer en fin de año no depende de nosotros, sino de las políticas de Estado, y nosotros tenemos que ser consecuentes a ellas por el bien de quienes nos visiten, por lo tanto, no habrá fuegos artificiales, ni actividades como grandes shows en la renovada calle techada. Nosotros somos ampliamente conocidos por ser presenciales, por la naturaleza, pero por ahora no haremos inversiones (en esta clase de eventos)".
Agrega además que el problema no son las personas de la comuna: "Estamos siempre dispuestos, porque la cultura del puertovarino es cumplir a cabalidad las cuarentenas de fin de semana, pero al tener un espectáculo abierto, nosotros no sabemos quiénes vienen de afuera, entonces por ello, para evitar los grandes conflictos, no haremos nada hasta que las condiciones estén dadas".
Mucho más explícito en las prioridades de recursos es el concejal de la capital regional, Fernando España. El edil explica que "para Año Nuevo no hay nada proyectado. Nuestro compromiso con los vecinos es entregarles la ayuda que requieren. No hemos dejado de lado el compromiso con los niños con entrega de juguetes de parte del municipio (…) Todos los recursos en su momento se destinaron a ayuda social".
Sobre la plata que no se destinará a eventos, el edil puertovarino, Ramón Bahamonde, por su parte, aseguró que ese tipo de inversiones son dinámicas y que dependen de los contextos, por lo tanto, no necesariamente queda dinero flotando y si hay algo que redirigir, se discutirá públicamente con transparencia.
Débil presupuesto
En cuanto a los recursos con los que cuentan las comunas -debido al ajuste de cinturón que se hizo a nivel nacional, bajando considerablemente la entrega de montos- a nivel local piensan que aprovecharán el dinero que no se gastará en fiestas y espectáculos en "parchar" otras instancias, tiene mucho sentido.
Angulo destaca que "los recursos se redistribuyeron en una parte importante en lo social, pero también en los costos operacionales del municipio porque en este año 2020 se entregó menos plata a los municipios, entonces el presupuesto 2021 se hizo en base a lo que recibimos realmente en el año 2020, que es un presupuesto más bajo de lo que esperábamos. Difícil realidad que incluso es transparentada sin problemas por Lindemann: "Nuestros ingresos bajaron este año más de 1.200 millones de pesos, por lo tanto, aún si quisiéramos (hacer actividades), es imposible".
Pequeña esperanza
Con los grandes eventos descartados, por evidentes razones sanitarias, queda expuesto un problema que, sí o sí, deberán resolver las municipalidades: qué hacer con los pequeños emprendedores de alimentos o artesanos que aprovechan eventos y exposiciones estivales para salvar el año.
Conscientes de la temática, la mayoría piensa que esto podría tener mayor cabida, aunque con restricciones. En último caso, buscar alternativas para apoyarlos de otra manera.
"Hemos conversado con la gente (artesanos) y serán instalados en diferentes espacios públicos o plazuelas. Ellos pueden estar con posibilidad de mostrar y vender sus productos", adelantó Rubén Cárdenas, previendo que esta será una temática de preocupación ineludible.
Ramón Bahamonde, en tanto, detalla que "las ferias (en el bordelago y en calles techadas), eso sí, van a continuar con las medidas sanitarias correspondientes. Nosotros vamos a abrir esos espacios porque nuestro compromiso es con el pequeño artesano, por-