Marcelo Galindo

Momentos de emotividad se vivieron en vísperas de Navidad en el centro cerrado del Servicio Nacional de Menores (Sename) de la región después que se permitieran las visitas de los familiares tras un confinamiento por la pandemia de nueve meses.

Fue el Sename regional el organismo que decidió autorizar las visitas presenciales de familiares a los jóvenes en conflicto con la justicia, que cumplen sanciones impuestas por tribunales en el Centro Cerrado de Puerto Montt.

La medida se adoptó tras evaluar su factibilidad en coordinación con la autoridad sanitaria y la generación de un riguroso protocolo de medidas preventivas, entre las que se cuentan el uso permanente de mascarilla y la toma de temperatura al ingreso al recinto, pero que además incorporan la prohibición estricta de cualquier tipo de contacto físico y el chequeo previo de quien solicita realizar la visita, respecto de su situación de salud o el haber sido registrado como contacto estrecho de algún contagio.

Para Lilian Peña, directora regional de Sename, este es un paso muy importante y necesario para ir avanzando por una parte hacia el restablecimiento del normal funcionamiento del centro cerrado, "y por otra el restituir el derecho que tienen estos jóvenes privados de libertad a ser visitados por sus familias y permitirse mutuamente saber que están bien, verse y, aunque no se puedan todavía abrazar o tocar, al menos escucharse y conversar de manera presencial. Algo muy importante para las familias, particularmente en Navidad", comentó.

Encierro

El retorno de las visitas presenciales al centro cerrado se concretó un día antes de la víspera de Navidad. Los jóvenes internos en el recinto esperaron a sus familiares con flores y regalos, y a pesar que no se pudieron abrazar y sólo pudieron hablar a través de un escudo de policarbonato, disfrutaron en una esperada conversación.

Yenesi Tejos, psicóloga y directora del centro cerrado de Sename, señaló sobre este periodo que el mayor logro para el área de justicia juvenil, ha sido que los jóvenes hayan tolerado de la mejor manera este doble encierro, "porque además de estar privados de libertad, ellos estaban imposibilitados de ver a sus familias desde abril de este año".

La profesional manifestó que "acá hemos tenido todo preparado para que ellos realicen videollamadas dos veces por semana a sus familias, pero toda esta comunicación virtual nunca será lo mismo que un cara a cara, que mirarse a los ojos, creo que para los procesos emocionales de los jóvenes estas visitas son fundamentales".

Regalo

Zulema, una de las madres que visitó a su hijo en el Centro Cerrado, señaló emocionada y entre lágrimas, estar feliz. "Imagínese lo que es poder volver a ver a mi hijo un día antes de la víspera de Navidad. Esto fue como un regalo que me dieron. Igual traté de estar bien para que él esté bien, al mismo tiempo estoy triste porque no estaré con mi hijo en la noche de Navidad, pero lo más lindo es que pude estar con el hoy día y emocionada, y ojalá pueda volver a estar con él así, fue muy lindo después de tantos meses sin verlo".

La continuidad de las visitas presenciales está condicionada al estado de avance o retraso de Puerto Montt en el Plan Paso a Paso, ya que, si la ciudad regresa a fase uno de cuarentena, la norma sanitaria obligará a regresar al confinamiento preventivo.

25 jóvenes aproximadamente se mantienen en internación provisoria en los centros del Sename.

23 de diciembre se concretó este reencuentro en el centro cerrado de Puerto Montt.

29 de julio fue declarada en cuarentena Puerto Montt y se mantuvo así por más de cuatro meses.

Alrededor de 160 niños y niñas fueron favorecidos con la campaña impulsada por Carabineros llamada "Navidad en las islas" y con lo cual se buscaba llegar a las zonas alejadas del mundo urbano.

La iniciativa fue impulsada por el personal de la Sexta Comisaría de Carabineros de Quellón, y contó con la colaboración de la comunidad y empresas de este punto emplazado en el extremo sur de Chiloé.

El mayor Iván Ulloa, comisario de la unidad de Carabineros inició la campaña de recolección de juguetes y regalos a través de sus redes sociales personales, consiguiendo una importante adherencia.

De acuerdo al mayor Ulloa esta actividad se realizó en el marco de la política institucional de acercamiento a la comunidad.

Para llevar adelante la iniciativa se contó con la ayuda de personas civiles, y en especial de la fundación "Todo por una sonrisa, un sueño hecho realidad" y la "Hermandad de la costa de Quellón".

Para el oficial esta actividad "surge desde nuestra misión como Carabineros de acercamiento a la comunidad y la entrega de cariño y amor a los niños y niñas de estas islas tan apartadas de la comuna de Quellón, que con motivo de la pandemia han sufrido el aislamiento propio de las cuarentenas, sumado a la situación donde viven, en lugares apartados de la ciudad".

Los funcionarios policiales junto a los representantes de la sociedad civil y organizaciones de Quellón, llegaron hasta la isla Laitec, sector punta White y Piedra Lile; isla Coldita, sector punta Paula, Blanchar, isla Cailin sector Hualpún y San Juan Bautista.

160 niños y niñas recibieron regalos llevados por los Carabineros y los colaboradores.

23 de diciembre fueron entregados los juguetes en las distinta islas en el extremo sur.