Correo
PCR en Sapu puertomontino
El pasado sábado, a las 15 horas, concurrí al Sapu del consultorio Carmela Carvajal en búsqueda de atención médica y de un PCR, por los síntomas que presentaba atribuibles al covid-19: dolor de cabeza, garganta, en estructura ósea, tos, estornudos, escalofríos y tal vez fiebre. Al llegar, me alegré por cuanto el consultorio estaba prácticamente vacío.
La funcionaria ingresó todos mis datos personales y los síntomas, diciéndome que esperara un momento, que el médico venía inmediatamente, sin que nadie me haya tomado ningún signo vital previo. Al transcurrir más de una hora de espera, veo ingresar corriendo a una persona, que transportaba en silla de ruedas a un enfermo en muy malas condiciones respiratorias y ventilado con un cartón por una señora que los acompañaba.
Con este paciente se hizo el mismo procedimiento y usando la misma frase: "espere que el médico viene inmediatamente", mientras la señora, muy afligida, seguía ventilando al enfermo con su cartón. Al ver esta dramática escena, empecé a cuestionarme, ¿qué hago yo aquí?, ¿me voy o sigo esperando?
Finalmente decidí regresar a mi casa con la convicción de que si la trazabilidad funciona a todo dar, como lo informan a diario las autoridades, y con los antecedentes aportados, me ubicarían, pero nada, ni me han llamado. Entonces, sigo con mi tratamiento, consistente en paracetamol tres veces al día, lavado de las vías nasales con agua tibia y sal para descontagiar, jengibre con limón y miel para la garganta, agüita de natre para la fiebre y confinamiento, pero sin conocer, eso sí, el fondo del asunto.
En resumen: fui por un PCR y terminé con una PTR de lo cual no culpo al consultorio, en donde y en todo tiempo he recibido muy buena atención.
Alfredo Raddatz S.
Pandemia y conspiraciones
Con sorpresa leí ayer una Carta al Director del lector René Fuchslocher (titulada "Pandemia y globalismo"), donde habla de "los planes de las elites gobernantes para alcanzar el poder total a costa de nuestras libertades".Esto y muchas otras declaraciones en redes sociales explican por qué ha costado tanto bajar los contagios en Puerto Montt. Es más fácil creer en conspiraciones que ir a las fuentes científicas.
Ramón Sánchez
Ciencia y coronavirus
Un virus, algo que sólo puede verse en un microscopio, puso en jaque al mundo. ¡Cómo nadie nos advirtió!, exclamaron muchos, pero los científicos lo venían analizando hace años, lo que pasa es que nadie los quería escuchar. O quizás no supieron cómo decirlo. Tal vez faltó quien pudiera entender qué estaban haciendo.
En fin, si algo tenemos que aprender de 2020 es lo importante que es la divulgación de la ciencia, y lo necesario para la etapa que viene: la vacunación. Carl Sagan lo dijo, vivimos en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y la tecnología y, sin embargo, nos las hemos arreglado para que casi nadie entienda de ella: esa es una receta clara para el desastre. Con 76% de la población poco o nada informada, ¿qué se puede esperar? Que se exijan certidumbres frente a algo que por esencia no lo es. Se están generando expectativas inapropiadas y erosionando aún más la confianza pública. Ahora estamos concentrados en apagar este fuego, pero ¿qué pasó para que se provocara?
La sociedad nos va a pedir que reduzcamos la vulnerabilidad y va a exigir a los gobernantes que se ocupen de reducir los riesgos. ¿Cómo? Necesitamos más evidencia científica, producir conocimiento para poder rebatir aquellos componentes irracionales y el exceso de infodemia. Gracias a la ciencia se erradicó la polio, ya no hay viruela, el Sida es hoy una enfermedad crónica y otros muchos ejemplos. Recibimos un golpe fuerte, pero de seguro no es el último.
Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile
Crimen organizado
El Gobierno envió un proyecto de ley contra el crimen organizado, que apunta a reformar la tipificación establecida desde 1874 respecto de la asociación ilícita, incorpora incentivos para facilitar la cooperación con la policía y establece nuevas figuras para la investigación criminal. Se valoran estos anuncios, sin embargo, son insuficientes si no cuentan a la base con un trabajo profundo en materia de prevención social, con programas que estén basados en la evidencia, que lleguen oportunamente a los territorios de manera temprana para intervenir desde el ámbito de la infancia, de la familia y de las comunidades.
Es relevante combinar los cambios en la legislación con una agenda larga de prevención social temprana. Sólo así abordaremos no sólo los efectos, sino las causas que están a la base de la asociación delictiva, anticipándonos, cerrando las brechas que abre la exclusión social.
Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo