Construyendo un arca para una nueva Constitución
Más de tres mil candidatos se inscribieron para diseñar y redactar nuestra nueva Constitución. Sólo 155 serán elegidos para un viaje de 360 días alrededor de Chile. Su nave, una especie de arca de Noé después del diluvio o mejor dicho, del estallido social que amenazó a nuestras ciudades, está siendo construida por arquitectos patagones, para llevar en su interior a la señora Juanita, a Don Pancho, su sobrina de la U, Mauricio que es tenista, Adriana que era modelo. También va un doctor y una enfermera, por si acaso…
Van algunos empresarios-pymes para cuidar el negocio y la economía. Va un intendente que representa al Estado. Debe ir algún científico, no muy loco, algún militar, un capitán de Carabineros de probada honestidad, un juez y un actuario. Sumamos a un minero, un pescador, un ingeniero, un constructor, un solo arquitecto y profesores. Para relajar los debates se incluye una actriz, un humorista, un pastor y un curita. Sin olvidar al señor notario y su secretaria, para validar los acuerdos. Discutirán mil veces antes de dibujar como arquitectos los planos de la propuesta institucional de Chile.
Si nuestro país fuera una ciudad, el cambio de Constitución equivale al cambio del plano regulador y su ordenanza. Redactar una nueva Constitución es un estudio inédito para Chile, pues siempre se ha escrito la nueva a partir de la antigua, o se ha modificado una existente.
Hay planos reguladores que parten de cero y normalmente se modifican los existentes cada 10 o 15 años. Cada vez que se modifica un plano regulador, intervienen profesionales y expertos de múltiples disciplinas, relacionados con el urbanismo, la arquitectura, la ingeniería, las leyes, la economía, el medio ambiente, etc. Es un equipo multidisciplinario capaz de diagnosticar los problemas de la ciudad y proponer soluciones urbanas obedeciendo a una política de desarrollo urbano declarada por los municipios y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Chilenismo
Para diseñar y escribir el nuevo plano regulador de Chile, no habrá una política unificada y validada por todos los habitantes que sirva de fundamento e inspire la propuesta. Hay un diagnóstico popular que habla de igualdad, de justicia, de pobreza, de abusos, de oportunidades, de lucro, de corrupción y malas políticas. Se ofrece una oportunidad para mejorar nuestras vidas, hay mucho idealismo mágico, mas no hay consenso.
El chilenismo es que la propuesta será desarrollada por no especialistas. El nuevo plano regulador chileno no lo harán abogados ni constitucionalistas, ni planificadores, eruditos ni especialistas internacionales, docentes, ni ancianos sabios chilenos. No existirá un equipo consultor multidisciplinario capacitado para detectar tanta insatisfacción ciudadana y proponer soluciones.
Este trabajo lo harán 155 personas elegidas como constituyentes por la ley de los partidos políticos ¿Cómo irá a quedar ese nuevo plano? ¿Se aprobará por la mayoría de los chilenos? Digamos que sí.
PLANOs REGULADORES
Hacer una nueva Constitución es una gran oportunidad para garantizar mejores condiciones de vida, por lo que cuestionará el fondo de la política urbana que se practica y el cómo hemos hecho nuestras ciudades. La segregación, la polución, la densidad extrema, la mala calidad de las urbanizaciones deberían ser erradicados con nuevos derechos constitucionales.
Las normas vigentes para edificar la ciudad de Puerto Montt, tan discutidas con sus edificaciones desescaladas en el borde costero, la planificación de Puerto Varas en su plano regulador recién aprobado y los eternos estudios de actualización tramitados y abandonados del plano regulador de Osorno, podrían resultar inconstitucionales.
Los planos reguladores de Chile deberían ajustarse al nuevo marco; mientras tanto, y sabiendo lo lento que es ese proceso, podrían pasar años incumpliendo la nueva Constitución, generando problemas a los municipios, malas interpretaciones que terminarán en juicios, muchos más trámites, ocasionando retrasos en la inversión urbana y en las ilusiones de una mejor vida.
Al aprobarse una nueva Constitución será necesaria una revisión y actualización masiva de todos los planos reguladores del país.
Arca de constituyentes
El arca construida por los arquitectos australes está resistiendo, navega por aguas desconocidas transportando a sus constituyentes empoderados de ideales. Debatiendo entre todos, van construyendo un nuevo país. Cuando lo tienen listo y firmado buscan al capitán para que los lleve a puerto, y no lo encuentran.
El capitán no subió a bordo, zarparon sin darse cuenta, tampoco hay marineros, sólo pasajeros constituyentes.
Ruego porque lleguen a tiempo.