Sustentabilidad empresarial
La doble crisis, climática y social, está empujando a un cambio de mentalidad en las empresas en su trabajo cotidiano. Consumidores e inversionistas crecientemente están tomando nota de la preocupación de las empresas por los temas sociales y ambientales.
La sustentabilidad empresarial se define como las estrategias que adopta un negocio para satisfacer las necesidades de la empresa y sus interesados, mientras se protege y mantiene a los recursos naturales que serán necesarios en el futuro y se favorece el desarrollo de la sociedad. Pese a que el mundo científico lleva varios años informando las nocivas consecuencias del cambio climático, la sociabilización y conciencia sobre estos efectos ha tomado más tiempo del prudente. Similar a esto, a nivel social en Chile, la desigualdad ha sido un tema sin arreglo por muchos años, lo que finalmente explotó con la crisis social en octubre de 2019.
Lo positivo es que ambas crisis, la climática y la social, están apurando un cambio de mentalidad en las organizaciones privadas, llevándolas a preocuparse más allá de la producción y haciéndolas incorporar la sustentabilidad ambiental y social en su trabajo cotidiano. Así, las empresas que incorporan estos temas entienden que las ayuda a ser más eficientes.
Pero lo que es aún mejor, es que preocuparse de temas ambientales, sociales y de gobernanza no constituye sólo algo que los consumidores -cada vez más informados- están pidiendo a las empresas, sino que también algo que los inversionistas toman en cuenta. Según cálculos de JP Morgan, las inversiones en activos que cumplen con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo representarán la principal clase para mayores asignaciones este año.
Michelle Senerman, directora ejecutiva de Desafío 10X, con el fin de aportar a la generación de un ecosistema empresarial más sustentable, ha realizado una invitación a compartir de manera más justa el valor que generan las empresas y a que reduzcan sus brechas salariales por medio de alguno de estos dos compromisos: establecer un sueldo mínimo de 22 UF y/o limitar la brecha a un máximo de 10 veces entre el sueldo más bajo y el más alto de la compañía.
Para quienes aún no comienzan, ahora es cuando se debe incorporar la sustentabilidad en sus empresas. Esto ya no es una tendencia, sino que es el piso mínimo que todas las compañías deben tener para mantenerse competitivas.