De lo presencial al teletrabajo
El trabajo a distancia que se ha impuesto por la pandemia ha generado una serie de cambios, la mayoría de los cuales son positivos para los empleados. Lo más probable es que una vez superada la pandemia, se llegue a una mixtura entre la fórmula presencial y el teletrabajo.
La pandemia llevó a muchas empresas a instalar el trabajo a distancia, para que sus colaboradores desarrollen sus funciones desde la casa, vía Internet, y reducir las posibilidades de contagio. El teletrabajo es una forma flexible de organización, que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del empleado en la empresa durante una parte importante de su horario. Esta modalidad a distancia ha ido adquiriendo cada vez más importancia, sobre todo en aquellas actividades en que es posible que el empleado pueda desarrollarla desde su hogar.
El Instituto Nacional de Estadísticas reportó que en enero de 2021, un 17,5% de los trabajadores realizó labores a distancia y que las empresas que más han hecho uso de esta modalidad son las de los sectores de información y comunicaciones (58,3%), suministro de electricidad y gas (50,8%), enseñanza (41,7%) y actividades financieras y de seguros (39,1%). La cifra es menor a la de octubre de 2020, cuando el 22,4% de los trabajadores del país realizaba labores a distancia.
Por años se habló sobre las ventajas que tendría el trabajo a distancia, pero la pandemia obligó a ponerlo en práctica sobre la marcha, probablemente improvisando algunas acciones a medida que se hacían necesarias. A juicio de muchos expertos, esta fórmula llegó para quedarse y las experiencias que se han logrado en estos meses y los que quedan por delante servirán para tomarlas en cuenta en futuras decisiones.
Esta modalidad involucra especialmente a la clase media y ha representado, en términos generales, una mejoría en la calidad de vida, dentro de todos los problemas que significa la crisis sanitaria. A pesar de que la percepción es buena entre los trabajadores, hay desafíos que se deben considerar, pues el trabajo remoto puede derivar en una mayor jornada laboral y, además, efectos en la salud. Con todo, esta fórmula de trabajo representa ventajas porque el trabajador no debe pagar el costo de desplazarse, si bien se afecta la cultura organizacional, debido a que disminuye la interacción entre el personal. Se ha sugerido que en un ambiente de mayor normalidad, se busque una mezcla entre trabajo remoto y presencial. Hay una tendencia mundial en ese sentido, aunque queda mucho por avanzar.