Déficit hídrico en el país
Por paradójico que pueda parecer, hay comunas de la región que hace años experimentan problemas para nutrirse de agua potable en las zonas rurales. La megasequía que afecta hace años al país, y que responde al cambio climático, exige una gestión más eficiente del recurso hídrico.
Los recursos hídricos y la gama de servicios que prestan juegan un papel clave en el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población, el crecimiento y tiene un impacto positivo en la vida de las personas, al incidir en cuestiones que tienen que ver con la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y el medio ambiente.
Chile ha enfrentado durante la última década una sequía que afecta los cultivos del agro y la ganadería en varias regiones, y que impacta en la disponibilidad de alimentos, por lo que el cuidado del agua debe ser una prioridad. El país depende de ese elemento para la salud pública y el progreso; es esencial para la seguridad alimentaria y energética, y sustenta el funcionamiento de las industrias.
Aunque el déficit hídrico es más grave en las regiones del norte y del centro de Chile, en varias comunas de Los Lagos se está sufriendo a tal punto con la sequía, que los municipios deben periódicamente distribuir agua potable en camiones aljibe. Una de las situaciones más graves se da en sectores rurales de la provincia de Osorno, donde este trabajo exige millonarios desembolsos del Estado.
Es evidente que ha habido un cambio en el régimen de lluvias, porque cuando en invierno caen precipitaciones fuertes, se concentran en muy poco tiempo, por lo que el agua escurre superficialmente y no se infiltra para recargar los acuíferos. Eso parece explicar los problemas que hay en la captación de aguas subterráneas, especialmente cada verano. Hay que considerar también que los procesos de urbanización han ido modificando los patrones de drenaje de los terrenos, lo que reduce la infiltración, el agua no se absorbe y -por el contrario- hay más posibilidades de desbordes de los ríos en invierno.
Chile será al año 2040, el único país latinoamericano con estrés hídrico alto debido a la forma en cómo se gestiona el agua y a la falta de gobernanza. La megasequía exige actuar rápido para avanzar hacia una solución. El cambio climático es una realidad innegable.