Correo
Calle Antonio Varas a la deriva
A casi seis meses del comienzo de las obras de calle Antonio Varas, que se encuentra destruida por completo desde Salvador Allende a Chillán, hoy la constructora Cosal está a punto de retirarse del área. Si bien es cierto la calle Varas hace muchos años está completamente desamparada de las autoridades de turno, hoy ya casi se encuentra a la deriva.
Si no se ha abordado algo tan sencillo, como lo comprometido para tener libre de comercio ambulante el sector de las obras, mucho me temo que en lo administrativo también haya desamparo. Ruego que no estemos en situaciones como coordinaciones y contratos en el aire para la hora en que se deban ejecutar proyectos de especialidades hidráulicas o eléctricas con los diferentes operadores.
Sería triste y muy poco beneficioso que tampoco el municipio tenga resuelto y firmado algo así de importante para continuar con las obras en el plazo acordado. Cuando se planteó el proyecto, se instruyó que los comerciantes ambulantes saldrían de raíz del sector, ya que las veredas quedarían estrechas y se necesitaban sólo para que camine la gente.
Hoy, ya transcurridos seis meses con la calle rota y las veredas enrejadas de esquina a esquina, la gente camina como puede para poder ingresar a algún local que quieran visitar, esquivando los nuevos comerciantes ambulantes que ya no son los "históricos", sino los extranjeros que se toman las cuadras con parlantes y mesones o muchos que abordan a la gente pidiéndoles dinero o lo que tengan, a vista y paciencia de todos los locatarios que vemos como comienza agonizar este proyecto y como se va muriendo la economía del sector.
El municipio hoy parece no tener interés de llevar a cabo los compromisos indicados anteriormente, pues está muy comprometido con su campaña y no hay preocupación por otra cosa, sobre todo para evitar que exista un conflicto entre el municipio y la constructora en donde la segunda termine bajando los brazos por ineficiencias y desencuentros ajenos a su responsabilidad, y donde no vean otro camino más que retirarse de las obras, quedando todos los vecinos con una calle Varas devastada.
Luisa Quezada
Mal uso de ciclovía
Un problema constante para quienes practicamos deporte, en este caso ciclismo y atletismo en Puerto Montt, es el mal uso que se le entrega a quienes utilizan las ciclovías para pasear o hacer cualquier cosa -menos deporte-, exponiéndose ellos y el ciclista a tener un accidente.
Una de las mejores ciclovías en Puerto Montt, por su extensión y exigencia, es la existente en la Ruta 5 Sur a Pargua, que parte en el paso sobre nivel de Avenida Alessandri y que termina en el cruce Paredes. El lugar es utilizado como paseo peatonal, para pasear a las mascotas o caminar sin percatarse que es una vía exclusiva para el tránsito de bicicletas.
Para qué hablar de aquellos conductores de vehículos motorizados que utilizan este espacio como estacionamiento o que se atraviesan entre una calzada u otra esperando un momento para cruzar, obstruyendo el paso del ciclista. A ello se suman la suciedad constante que presenta esta vía para las bicicletas, con restos de vidrios y botellas quebradas, con una incultura absoluta de lo que tiene que ser este punto de quienes hacen y hacemos una actividad deportiva.
Un llamado a los conductores también a respetar al ciclista, se sabe de constantes accidentes, producto de la imprudencia -de algunos choferes- que parecen competir con aquel que va en una bicicleta.
José Galindo Vidal
Debate de candidatos
Estoy esperando el debate entre los candidatos a la alcaldía de Puerto Montt. ¿Se atreverán a someterse a ese ejercicio democrático?
Roberto Muñoz
Semana Santa y covid-19
Lejos están los tiempos en adviento de Semana Santa. Debíamos levantarnos sin lavarnos, en silencio y tener una conducta intachable para recordar la muerte, pasión y resurreccion del hombre más poderoso, pero más humilde de la historia, Jesucristo, para todos los que profesan el catolicismo como el mundo protestante.
Hoy corren tiempos difíciles, el covid-19 tiene de rodillas a la humanidad, con miles de muertes, millones de pasiones y otros tantos de recuperación y esperanzas de salvar con vida de este cruel virus, que echó por tierra la soberbia, el odio, el ataque artero, dejó fuera el armamentismo y debió volver la mirada a la medicina para salvar al hombre y su destino.
Pareciera que el orden mundial, político, cultural, humanista y religioso ha recuperado su escenario, poniendo a la vida en el centro nuevamente. Ojalá la historia, la memoria y el presente aborden con más amor los aprendizajes de esta pandemia.
Queda la esperanza de cuánto habremos aprendido y humanizado si en algún momento bajan los riesgos del covid en el mundo.
Eduardo Nievas Muñoz