Pandemia y deserción escolar
La alteración de la presencialidad en los colegios ha profundizado las brechas ya existentes en la educación del país. En cuanto la pandemia pueda ser declarada en retirada, los países tendrán el desafío monumental de recuperar el tranco educativo.
Un informe de la Cepal y Unesco alertó en 2020 acerca del incremento de las brechas existentes por la emergencia sanitaria, en términos de acceso, equidad y calidad, lo que afectaría especialmente a los más vulnerables. Si bien la interrupción del ciclo escolar presencial y su reemplazo por la educación a distancia ha sido una oportunidad para adaptarse a las nuevas condiciones, también ha acentuado las brechas educativas que ya existían antes de la pandemia.
Hace unos días, el Ministerio de Educación difundió las nuevas cifras de deserción escolar en Chile. Hasta 2020 había más de 186 mil menores y jóvenes de entre 5 y 21 años que abandonaron el sistema escolar, y las cifras entregadas por el Ministerio de Educación reflejan que otros 39.498 no se matricularon en ningún establecimiento durante 2021.
La Cepal y la Unesco han dicho que la contracción de la actividad económica que se ha producido por la pandemia, que ya se prolonga por poco más de un año, llama a poner atención en la necesidad de salvaguardar el financiamiento como una prioridad fundamental para proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje. Esos organismos han pronosticado que de no haber sido por la pandemia, el gasto educativo en el continente habría aumentado un 3,6% de 2019 a 2020, pero dada la contracción económica, los recursos disponibles para la educación disminuyeron más del 9% tan solo en 2020.
Si bien las cifras de deserción entregadas por el Ministerio de Educación son más bajas de lo que esperaban los analistas, el real impacto del abandono de la escuela sólo podrá verificarse cuando el país vuelva a la normalidad, porque el vínculo con la escuela y el aprendizaje de habilidades socioemocionales es clave para prevenir problemas de la conducta en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
La Unesco ha dicho que el mundo se enfrenta a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas, por lo que ha recomendado que una vez que la emergencia sanitaria esté controlada, los alumnos retornen a la escuela de la manera más segura y rápida posible.