Cuidado del planeta Tierra
El Día de la Tierra que se recordó ayer era una ocasión propicia para reflexionar en torno a la sustentabilidad y el medio ambiente. Cada uno de los habitantes del planeta puede ir contribuyendo, con pequeñas acciones, a cuidar y preservar el planeta que acoge a la humanidad.
En todo el mundo se celebró ayer el Día de la Tierra, un día festejado en muchos países y que fuera promovido por el senador estadounidense Gaylord Nelson, quien instauró esta fecha para crear una conciencia común frente a los problemas de la sobrepoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra. Es un día para rendir homenaje al planeta y reconocerlo como el hogar de la humanidad.
En el contexto de la pandemia, hay que precisar que el planeta está dando indicios de que algo está cambiando, cuyo impacto aparentemente no se ve ni se dimensiona. Diversos investigadores han demostrado con evidencias, estudios y modelos que se está en frente del calentamiento global, una respuesta principalmente generada por las actividades antropogénicas.
Algunos jóvenes activistas han evidenciado su preocupación, indicando que no es justo para ellos esta herencia, la pérdida de los recursos naturales y la contaminación. ¿Se les escucha?, claro, pero sólo por un corto tiempo. Entonces, ¿qué está haciendo la humanidad?, ¿qué se necesita para tomar conciencia de una vez por todas de lo que esto significa para el planeta y las vidas de todos?
Según la académica Susana Mayer, "nos hemos transformado en una sociedad en que predomina el consumo excesivo y no el consumo sostenible, es por ello que debemos generar cambios necesarios para ayudar a nuestra Tierra. Necesitamos actuar, como aquellas personas e instituciones que ya están promoviendo mejoras y acciones como la generación de puntos limpios, de huertos familiares, segregando los residuos y reciclando".
Con pequeñas acciones se puede ir aportando grano a grano a esta tarea, según la especialista. Entonces, se podría lograr el impacto positivo que necesita el ecosistema, aplicando con fuerza las tres R: Reciclar, Reusar, Rechazar y siendo responsables.
No sólo se debe escuchar qué hacer ni hay que preguntarse el por qué, se debe actuar y dar soluciones para generar un cambio definitivo en el planeta, pues es el único con el que cuenta la humanidad.