"Si la justicia evita que estén en prisión con sus pares, ¿qué privilegios tienen?"
Andrea Sanz es una conocida defensora de los animales en Puerto Montt y una de las personas que resultó afectada por los falsos constructores. Los acusados fueron declarados culpables por estafas reiteradas tras finalizar el juicio oral, en el que la Fiscalía acreditó perjuicios por más de $94 millones.
Andrea no está del todo conforme con la resolución del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt, que condenó a tres años y un día a la pareja que la estafó a ella y a nueve familias más.
Y no está satisfecha porque la pareja cumplirá la pena en libertad, porque el tribunal prohibió divulgar sus identidades -pese a estar condenados- y porque su marido, durante el proceso legal, murió afectado por un cáncer. Y para peor, el hombre perdió la vida esperando que se haga justicia contra quienes se llevaron los recursos que había ahorrado por la construcción de su casa.
La animalista apeló de la resolución ante la Corte de Apelaciones y criticó al sistema de justicia, después de buscar una sanción por más de tres años.
-¿Cree que el sistema funciona en igualdad de condiciones?
-El sistema no está siendo parejo para todos. El abogado defensor pidió al tribunal una condena en libertad vigilada, lo que fue aceptado, minimizando el hecho que ellos son delincuentes. No los vieron como un peligro para la sociedad, ello es más que extraño.
-¿Qué le diría al sistema judicial?
Que se pongan en el lugar de los afectados, más que en lugar de los culpables, que la balanza beneficie más a las víctimas porque son familias que han sufrido mucho daño. Hoy están protegiendo a dos personajes que fueron declarados culpables y nos los quieren meter a la cárcel, donde sí hay otros culpables.
Ellos cometieron estafas reiteradas. Si la justicia evita que estén en prisión con sus pares, ¿qué privilegios tienen ellos? Sólo eso quiero que me expliquen.
-¿Qué significó para usted todo el periodo previo al juicio?
-Fueron tres años de arduo trabajo de mi abogado, de nosotros haciendo diferentes gestiones para buscar antecedentes y hacer causa común entre todos los afectados. No fue fácil porque los culpables nunca colaboraron en el juicio.
-¿Qué sensación le queda tras la determinación del tribunal de prohibir dar las identidades de los condenados?
-Fue unilateral la decisión, porque a nosotros no nos preguntaron. Pero resulta que a estas personas todos los conocen, entonces ¿por qué hacer este show mediático? Es una determinación que nos afecta, porque queremos que la gente sea más cauta al tomar decisiones que nosotros adoptamos sólo por tener buena fe. Ellos se veían buenas personas y daban seguridad, pero fue un engaño premeditado. Me da mucha rabia porque yo fui la quinta persona en ser estafada.
-¿Qué puede comentar de las otras personas estafadas y qué le parece el beneficio que obtuvieron los condenados?
-Quiero recalcar que fuimos más de 10 las familias estafadas, todas con denuncias, pero sólo cinco pudimos llegar al juicio por temas de dinero.
Sobre la sentencia, cómo no vamos a llenarnos de rabia e impotencia cuando sus abogados defensores piden al tribunal que, por no tener antecedentes previos, la pena no se haga efectiva, porque "entrarían en un ambiente delictual al que no pertenecen". Y el resto del común de los presos, que por menos están en la cárcel, ¿qué dirían?
Aquí no aplica lo de no tener antecedentes previos, porque es una estafa reiterada a 10 familias. Si ellos hubiesen sido buenas personas, no habrían estafado a tantas personas. Al menos se habrían detenido en algún momento. Creo que aquí se defendió lo indefendible.
-Tras la sentencia, ¿qué espera ahora de la justicia?
-No queremos anulación de juicio. Sólo pedimos que se suba la pena, que sea efectiva, y estén donde deben estar dos estafadores sin conciencia, que son una vergüenza para Puerto Montt y un peligro para la sociedad. Pensamos que aquí se sentaría un precedente tanto de culpabilidad como de una pena efectiva.
Me quedo con la sensación de castigo del 50%, pero doy gracias a la comunidad y también a personas de otras ciudades que les ha pasado lo mismo, por sus palabras, apoyo y también por dar a conocer a estos estafadores.
-Su esposo murió esperando justicia, ¿él pudo entregar su versión en alguna instancia del procedimiento que duró tres años?
-Si hubiesen aparecido en la penúltima audiencia mi esposo habría podido declarar con su enfermedad a cuestas. Él se fue sin la tranquilidad de ver justicia por el daño realizado, ya que esto le afectó directamente a su salud.
Quiero agregar que estos falsos constructores jamás tuvieron la experiencia para hacer obra alguna como consta en las declaraciones de todos los afectados, en mi caso jamás tuvieron un plano eléctrico o de agua, sus maestros eran básicos y nunca les pagaban. Hasta el día de hoy no he podido ni siquiera poner las canaletas y cosas básicas de una casa.
La empezamos a habitar sin aún estar terminada porque mi esposo quería pasar sus últimos días en el que pensó sería su hogar, y por lo que pagó con creces pese a ser engañado. Murió en su casa, pero con una amargura tremenda.
-Lo vivido por su esposo es algo que usted no olvida...
-Él sufrió dolores e impotencia, él lloró hasta el último minuto, entonces cómo no van a ser culpables si dañaron a tanta gente. Mi esposo todo lo que tenía era este sueño, su casa, él se quedó un año más trabajando para poder terminar la casa y poder tener un techo y sentirse seguro. El daño fue terrible, jugaron con los sentimientos, con su mal estado de salud, afectaron a mucha gente. No ver a los culpables tras las rejas da mucha impotencia. Él creía mucho en la justicia y se fue totalmente desencantado.
-¿Qué opina del resultado de este juicio y del trabajo de los jueces?
-El tribunal oral se equivocó y les costó demasiado tiempo condenar, tomando en consideración que todas las pruebas estuvieron desde el primer año en sus manos. Opino esto ya que los jueces les dieron la libertad sin que exista ningún informe psicológico ni social. Les regalaron la libertad vigilada. Uno de los culpables se río cuando leyeron la sentencia... no tiene conciencia de culpabilidad, su expresión fue "libre de polvo y paja".
-¿Notaron que no hubo empatía de los condenados hacia las víctimas?
-Yo hago la comparación con algunos enfermos, que saben que están enfermos, pero que no tienen "conciencia de enfermedad", por lo tanto, quienes sufren por su falta de empatía es su entorno. Con estos dos estafadores declarados culpables pasa lo mismo, en ningún momento reconocen que actuaron mal, además han demostrado cero empatía con los afectados, ya que nunca tuvieron la intención de cooperar en el juicio, ni siquiera de declarar. Se dieron el lujo en dos ocasiones de evitar ser notificados para retrasar el proceso, siendo que los domicilios eran los correctos y que vivían con sus padres.
"Cómo no vamos a llenarnos de rabia e impotencia cuando sus abogados piden al tribunal que, por no tener antecedentes previos, la pena no se haga efectiva, porque "entrarían en un ambiente delictual al que no pertenecen"