Correo
Aniversario de Carabineros
Un nuevo aniversario de Carabineros, a mi entender, muy amargo, nos encuentra en un dilema en que, como diría un estratega militar: van a todas. Es la moderna carne de cañón o como diría la indolente cabrería: "o los echan, o se los hechan".
Entre los recuerdos más claros y potentes de mi niñez está la escena de un carabinero frente a un espejo de un paragüero, afinando la postura de su tenida de gala, ya que llegaba el día de su retiro de la institución y se iba con el orgullo del deber cumplido que también nos inspiró y transmitió a sus hijos. Y tal como lo dice su himno: Duerme tranquila niña, inocente. Sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero.
Yendo más atrás, en la historia familiar: un incidente en la zona de Casablanca (Valparaíso), una patrulla montada en la madrugada se enfrenta a una banda de cuatreros. Una bala policial rebota en el camión de los delincuentes y hiere mortalmente a uno de ellos. El jefe de la patrulla es sindicado inicialmente como responsable de los hechos. Sumariado y sin sueldo, es conminado a arresto por 11 meses en una comisaría y a dormir, al "chucho de los curaitos". Y sin comida, por lo que hubo que suministrársela por viandas desde casa.
La consecuencia para él fue la postergación merecida y esperada de su ascenso; y para nuestra madre que tuvo que recurrir por recursos a su familia y así allegados en todo ese período, para sustentar la propia. Fue absuelto de toda responsabilidad en los hechos.
Hoy no es muy distinto, lamentablemente reiterando la grosería "o los echan o se los hechan". Nos hacemos la pregunta: ¿tan mala leche somos los chilenos? Digo y reitero "no". Entonces en lo personal, vengo con todo el cariño y merecido respeto a rendir mi más profundo y muy merecido homenaje a Carabineros de Chile y en ello al sargento primero Víctor Manuel Muena Espinoza, mi padre.
Alfonso Muena R.
Tomas en el camino a Pelluco
Es impresentable que a meses del fallo de la Corte Suprema que ratificara el desalojo de las tomas de terreno en la ex vía férrea camino a Pelluco, en Puerto Montt, ninguna autoridad haga nada y más aún, más y más construcciones ilegales se instalan como Pedro por su casa, afectando la cara a toda la ciudad.
Cómo se permite que estas situaciones sigan pasando en ciudades capitales regionales, en donde su hermosa costanera se llena de construcciones de inescrupulosos que con bandera en mano creen que sólo por el hecho de instalarse, todos nosotros (el Estado, gente que paga impuestos) debemos darle solución a sus problemas y ellos no respetan a los demás. Basta ya, es tiempo de decir las cosas por su nombre.
Dónde está el alcalde (debe estar comprando departamentos), el gobernador, el intendente, EFE, etc., que no hacen su trabajo, que muy bien pagados están, y de una vez por todas tomen las riendas del asunto y pongan orden.
Inés Urra Sagredo
Bonos, trabajo y egoísmo
En respuesta a la Carta al Director de René Fuchslocher, publicada en El Llanquihue el pasado domingo (titulada "Bonos y trabajo"), primero, quiero decir que es muy fácil hablar desde una posición acomodada y más aún en Chile teniendo el apellido que usted lleva.
Es fácil decir "que a la gente le acomoda vivir de bonos" cuando has tenido todo en la vida y quizás no conoces las adversidades que ha tenido que pasar el resto de las personas.
No me sorprende la falta de empatía que proviene de parte de un abogado, alguien que se llena los bolsillos a fin de mes y no tiene que preocuparse si le va a alcanzar para pan a su casa al día siguiente, y es que usted tiene esa posibilidad porque las decisiones que ha tomado en su vida le han dado tales condiciones de vida, pero hacer comentarios como los que usted ha hecho me parece, por lo bajo, penoso para alguien con semejante nivel de estudios.
Una falta de conocimientos increíble de lo que significa vivir en sociedad, y su carta no refleja otra cosa que egoísmo, falta de empatía y desconexión con la realidad. La gente sí quiere trabajar, pero siempre teniendo en cuenta que la salud va primero, porque cuando el común de las personas va a trabajar puede enfermarse del virus (covid-19) y no va a tener la atención médica que puede darse el lujo de tener usted.
Entonces, cuando hablemos y opinemos acerca de lo que está aconteciendo a nivel nacional e internacional, hay que tener dos dedos de frente para no ser tan arrogante como lo fue usted.
Sebastián Herrera Barril
Pandemia y el Congreso
"La pandemia nos hizo darnos cuenta de toda la basura que generamos", dijo el gerente de una firma de reciclaje.
Parecía hablar del Congreso.
José Luis Hernández