Grupos jóvenes y la vacunación
A diferencia de las personas de más de 60 años, la respuesta de los segmentos etarios a la inoculación, lamentablemente, lleva un ritmo menor. En medio de una pandemia, vacunarse no es únicamente una responsabilidad individual, también tiene un sentido colectivo.
Durante todo el año pasado y los primeros meses de 2021, los adultos mayores, principalmente de 70 años y más, lideraron la ocupación de camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) en la red asistencial del país. Sin embargo, a partir de marzo eso cambió radicalmente, ya que en la actualidad están ingresando personas más jóvenes en condición grave a estas unidades.
Es indudable: el mayor número de jóvenes hospitalizados en las salas UCI está relacionado con que son los grupos de edad donde la vacunación aún no alcanza al 80% de cobertura, lo que sí ocurre principalmente con la población mayor de 60 años. Entre los 40 y 49 años, sólo el 41% tiene ambas dosis y en la población menor de 39 años, un 29,3% tiene el esquema completo.
Es lamentable que las personas de segmentos etarios más jóvenes no hayan comprendido todavía la relevancia del proceso de inmunización. No se trata de un mero trámite ni algo que dé lo mismo postergar. Por el contrario, inocularse puede significar la diferencia entre la vida y la muerte o, al menos, evitar llegar a una UCI.
Así lo muestran los estudios científicos que, para el caso de la vacuna más masivamente utilizada en el país -CoronaVac, del laboratorio Sinovac- muestran alentadores resultados. En efecto, un estudio hecho en Chile reveló que la efectividad de CoronaVac al día 14 después de la segunda dosis es de un 67% para prevenir los síntomas de covid-19; de 85% para evitar la hospitalización; de 89% para el ingreso a UCI; y de 80% para prevenir la muerte debido al coronavirus.
Ante la abundante información errada o falsa que suele afectar la adecuada toma de decisiones en una materia tan relevante como ésta, se debe enfatizar nuevamente en el llamado a esos segmentos que van más rezagados en el proceso de vacunación, para que tomen verdadera conciencia que tomar una determinación completamente equivocada -como es restarse de la inmunización- provoca un grave daño no solamente individual, sino que también a seres queridos y la comunidad en general.