Verónica Salgado

La llegada del invierno trae consigo que miles de familias aumenten el uso de los sistemas de calefacción en sus hogares, siendo la leña el principal recurso calórico del cual dependen para soportar las bajas temperaturas, secar la ropa y cocinar. Esta realidad propia de Osorno y del sur del país, toma mayor relevancia durante la pandemia, cuando las personas están confinadas en sus hogares por resguardo, lo que genera un mayor uso de la leña.

Es justamente esta necesidad la que por segundo año consecutivo se ha transformado en un grave problema para los vecinos en los distintos barrios, quienes denuncian una excesiva alza en los precios con valores que pueden superar los $50 mil el metro cúbico lo que, aseguran, es abusivo, considerando el constante aumento que se arrastra desde el inicio de la crisis sanitaria (partió con valores de 30 mil pesos el metro cúbico) sin que exista un organismo del Estado que fiscalice y regule el mercado local, el cual en su gran mayoría es informal.

Los dirigentes vecinales han manifestado que las familias osorninas están siendo víctimas de la especulación de los precios en medio de una crisis socioeconómica sin precedentes, marcada por la cesantía y abrupta disminución de ingresos de miles de familias, quienes por la falta de dinero están debiendo prescindir de calentar sus casas, principalmente en los sectores más vulnerables de la comunidad.

Esto, aseguran, sólo continúa empeorando la calidad de vida y pone en riesgo la salud, dejándolos expuestos a contraer enfermedades de invierno e incluso el propio covid-19, sumado al incremento en la contaminación del aire por el material particulado fino (MP2.5) generado por el uso de leña húmeda.

Para enfrentar la contaminación por leña como calefacción, principal fuente emisora de MP 2.5, en 2016 se implementó el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) con el objetivo de mejorar la calidad del aire a través de cuatro ejes principales: la aislación de las viviendas, recambio de calefactores, mejoramiento de la calidad de la leña y la educación de la comunidad.

Precios Abusivos

Patricia Sobarzo, dirigente de la población Cipriano Uribe en Rahue Alto, relató que actualmente conseguir leña en la comuna no resulta sencillo y lo mismo facilita que esté cara, ya que existe abuso de quienes la comercializan y, en algunos casos, incluso entregan menos metraje o leña mezclada (húmeda y seca).

"Aquí existe un problema grave que afecta a las familias más vulnerables y sin que exista un organismo donde recurrir. Hay adultos mayores que están optando por comprar leña en saco, que sale más caro, pero es la única forma, porque ¿quién tiene hoy $45 mil o $50 mil para pagar de una vez y por algo que además no es lo que prometen los comerciantes?. Hace más de 3 años sólo pusieron restricciones que impactan a la gente en los barrios, porque la leña seca no es suficiente y nadie se preocupa que en plena crisis de esta pandemia muchas familias arriesgan pasar un invierno sin calefacción, porque no tienen plata", comentó la dirigenta.

La comunidad local y dirigentes evidenciaron ya el año pasado un alza de precios en plena pandemia, lo que sumado a la crisis del pellet generó mucha angustia en las familias. La disponibilidad del insumo calórico es a través del comercio establecido, camiones y en las plataformas sociales. Los valores van desde los $40 mil para eucaliptus y en el caso del ulmo supera los $50 mil el metro. También está la venta por saco, que va desde 3 o 4 sacos por $10 mil.

Marytza Veloso, dirigenta de población Juan Antonio Ríos de Rahue Alto, coincide que hay escasez del producto en la comuna, lo que complica a las familias, porque muchos no han tenido recursos para comprar durante el verano y ahora se encuentran con la sorpresa que el dinero que antes les daba para un metro ahora no alcanza.

"Eso es abuso con la gente y da impotencia, porque no hay a quién reclamar, ya que todos dicen que es responsabilidad de otro organismo público. Y también da pena ver cómo muchos comerciantes se aprovechan de la necesidad, sabiendo los tiempos difíciles que tantas personas vivimos por la pandemia. Es el tercer año que los precios van en alza constante, pero el segundo en emergencia sanitaria, porque saben que es vital calentar la casa", manifestó la dirigenta el antiguo sector de Rahue Alto, donde vive un gran número de adultos mayores.

Invierno sin apoyo

La disponibilidad de leña seca en la comuna logra satisfacer más del 20% de la demanda, por lo que la necesidad de abastecimiento de la comunidad permite que exista una amplia oferta informal que favorece los sobreprecios.

Así lo explicó Eliana Catrilef, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Osorno, quien agregó que el uso de la leña como sistema de calefacción es una realidad en la comuna y con el PDA vigente no se ha logrado mejorar, ya que los esfuerzos realizados quedan más bien en el papel por la falta de recursos.

"Este problema es grave, ya que la gran mayoría de nuestros vecinos utiliza leña para calefaccionar sus hogares y con las bajas temperaturas eso es un bien de primera necesidad, con el cual hoy se está especulando. No puede ser que en plena crisis tengamos un metro de leña a $40 mil o $50 mil, cuando tantas familias no tienen ingresos suficientes para llegar a fin de mes. Acá el Estado no ha sido capaz de regular adecuadamente la leña y en la crisis no hay un subsidio, porque saben que el mercado informal abastece la ciudad", expresó.

Ricardo Becerra, presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, manifestó su preocupación por el alza constante del principal combustible energético de la comunidad local, donde si bien se entiende que es un negocio, no tiene ningún componente social de apoyo a las familias.

"La especulación con los precios es una vergüenza que no podemos seguir mirando para el lado en tiempos de pandemia. Estamos hablando de un tema muy delicado, porque sabemos que la leña húmeda contamina, pero la disponibilidad de leña seca está por muy debajo de la demanda de la ciudad. El Estado no responde con subsidios para apoyar a las familias para comprar leña seca que cumpla con los estándares de calidad y tampoco para asegurar la calefacción de los hogares", enfatizó el ecologista osornino.

Agregó que la escasez debería ser una preocupación, porque en las comunas aledañas a Osorno, que son proveedores, hay leña, pero no llega a la comuna.

"Aquí alguien debe asumir la fiscalización en la calidad y la disponibilidad de la leña, porque estamos en una encrucijada. Dejar que las familias más vulnerables pasen frío o se expongan al uso de carbón, como ya está pasando, habla de una desconexión con la realidad que en pandemia es aún más evidente", dijo.

El seremi de Medio Ambiente, Klaus Kosiel, reconoce el problema y enfatiza que han seguido realizando fiscalizaciones en puntos establecidos, pero no hay una ley que regule los precios.

"El PDA no tiene esa herramienta y claro que hemos avanzado, pero falta. El apoyo municipal se hace fundamental para generar ordenanzas y otras acciones que eviten que el comercio informal sea, además, quien juegue con los valores de un producto que no cumple con ninguna normativa. Es preocupante que exista un abuso social, más aún en esta crisis sanitaria, donde la empatía con el que más necesita debería estar presente. El llamado es a preferir la leña seca, que sabemos está disponible en los negocios establecidos, porque es una forma ciudadana también de regular los precios", indicó Kosiel.

En www.pda.mma.gob.cl aparecen las direcciones y teléfonos de 12 comerciantes de leña seca y certificada que cumplen con la normativa vigente, y ofrecen distintas opciones de venta (metro cúbico, saco, entre otros formatos). También hay un grupo de 14 comerciantes de pellets.

"Eso es abuso con la gente y da impotencia, porque no hay a quién reclamar, ya que todos dicen que es responsabilidad de otro organismo público".

Marytza Veloso dirigenta de la población Juan Antonio Ríos

"Este problema es grave, ya que la gran mayoría de nuestros vecinos utiliza leña para calefaccionar sus hogares".

Eliana Catrilef Pdta. de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos