"Oslo", el filme con aval de Spielberg sobre la pugna entre Israel y Palestina
CINE. Aborda trastienda del fracasado acuerdo de paz de 1993.
Efe
Mientras Medio Oriente aún llora a las víctimas de la última escalada bélica en Gaza, HBO estrenará este domingo "Oslo", una película con Steven Spielberg como productor que arroja luz sobre las negociaciones secretas mantenidas en la capital noruega en 1993, cuando la posibilidad de la paz entre israelíes y palestinos estuvo más cerca que nunca.
La foto oficial que dio la vuelta al mundo en septiembre de aquel año mostró al líder palestino Yasir Arafat y al primer ministro israelí Isaac Rabin en un histórico apretón de manos en Washington, presidido por un sonriente Bill Clinton, pero los principales artífices del acuerdo de Oslo permanecieron más bien en la sombra hasta ahora.
La película es una adaptación de la obra de teatro homónima, ganadora del premio Tony, escrita y dirigida por J.T. Rogers, autor también del guión del filme que dirige Bartlett Sher.
Sus protagonistas, la pareja de diplomáticos noruegos Mona Juul, interpretada por la actriz de la serie "The affair" Ruth Wilson, y su marido Terje Roed Larsen, papel que recae en Andrew Scott, conocido por otra serie, "Fleabag".
Canal clandestino
Juul era en aquella época una alta funcionaria del ministerio de Exteriores noruego y su marido trabajaba como sociólogo en el Instituto FAFO. Juntos lograron abrir un canal clandestino de comunicación entre israelíes y palestinos, que derivó en el controvertido acuerdo.
En un artículo publicado en 2016 en el New York Times, previo al debut en Broadway, Rogers contaba que conoció a Larsen en una comida en la que escuchó por primera vez hablar del "canal secreto de Oslo". Lo entrevistó varias veces después y también a Juul y a otros de los participantes en aquellos primeros pasos para el diálogo.
En la película aparecen Ahmed Qurie (conocido como Abu Alá), ministro de Finanzas de la OLP, y su asociado Hassan Asfour, que establecieron el primer y decisivo contacto con dos profesores universitarios israelíes, Yair Hirschfield y Ron Pundak, que ejercieron de correa de transmisión, ya que por entonces era ilegal para un funcionario israelí reunirse con una organización a la que no reconocían.
El borrador de la reunión sirvió para obtener la luz verde de Rabin al proceso.
Todo lo que cuenta Rogers está basado en hechos reales y en lo que sus protagonistas le contaron, aunque se toma algunas licencias dramáticas que no afectan a los hechos históricos.
La trama incide en el empeño personal que puso la pareja noruega y en los riesgos que tomaron al emprender esta idea a espaldas de la comunidad internacional y de EE.UU., que lideraba el proceso de paz formal.
Con la firma de los acuerdos de Oslo, la OLP reconoció el derecho de Israel a existir con seguridad, se reconocía la autonomía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), se establecía la retirada israelí de Gaza y Jericó y, un año después, el control palestino de la mayoría de Cisjordania. En cinco años se debía firmar un acuerdo definitivo .
Pero nada de eso llegó a suceder. El filme recuerda que en noviembre de 1995 Isaac Rabin fue asesinado por un extremista israelí y que en julio de 2000 las negociaciones de Camp David se cerraron sin acuerdo.