Delincuencia como prioridad
Es mayoritaria la percepción de la ciudadanía ante lo que percibe como una débil respuesta de las autoridades ante la mayor proliferación de delitos. A pesar de que hay una variable de largo plazo para avanzar de manera integral, es innegable que se requiere de una respuesta ahora.
Las encuestas señalan que la delincuencia es uno de los problemas que más preocupa a la población, porque deja una sensación de inseguridad que ya no se da sólo en puntos específicos, sino en una mayoría de comunas e incluso llega a sectores que tradicionalmente eran considerados como tranquilos. Si bien otros delitos han bajado en medio de la pandemia, los homicidios han ido en aumento. Asimismo, es preocupante que hay comunas donde en los últimos años se han concentrado estas acciones de mayor connotación, algunos de ellos catalogados como ajustes de cuentas.
En la cuenta pública que hace unos días dio a conocer el fiscal nacional, Jorge Abbott, detalló algunos de los hechos que durante el año 2020 marcaron la labor del Ministerio Público, expresando su preocupación por los homicidios y los delitos violentos.
La autoridad ha revelado que en el último año hubo 895 asesinatos en Chile, lo que representa un aumento de 20% respecto de los casos registrados en 2019. Y en el 45% de esos homicidios se usaron armas de fuego, de acuerdo a las estadísticas de la PDI.
Es innegable el esfuerzo que realizan los organismos dedicados a la persecución de los delitos, pero con frecuencia se dan a conocer informes que muestran el altísimo porcentaje de causas que reciben las fiscalías y que se archivan sin tener un resultado. Por eso, el pensamiento de los ciudadanos que interactúan con estas instituciones es que no le están dando una solución concreta al problema de la delincuencia, que muestra un aumento desmedido y mayores niveles de violencia.
Y mientras se hacen los cambios que permitan un sistema educacional más integrador, que podría tomar años y hasta generaciones, hay que dar respuesta a los problemas que enfrenta hoy la gente: la delincuencia es una realidad que atemoriza a las familias y la percepción ciudadana es que no se hace lo suficiente por resolverla. Por ello, las instituciones y autoridades requieren de nuevos modelos de gestión que fortalezcan las acciones preventivas y de persecución criminal inteligente, que reemplacen una estructura esencialmente que hasta ahora es esencialmente reactiva.