Educación presencial
El 44% de los alumnos en el país, según Educación 2020, aprende poco y nada con el formato de clases online. Con todo lo positivo de las clases virtuales por la pandemia, ha de admitirse que a largo plazo, la brecha ha crecido más y más.
Una polémica se ha generado tras el llamado que realizó el ministro de Educación, Raúl Figueroa, a reabrir los colegios en las comunas que no están en cuarentena, con el fin de reanudar las clases presenciales. Lo expresó luego de conocer los resultados del diagnóstico que aplicó la Agencia de Calidad de la Educación, que reveló que los alumnos de sexto básico a tercero medio no alcanzaron el 60% de los aprendizajes en Lectura y Matemática el año pasado, con clases a distancia por la pandemia, en un panorama que se replicó con cifras similares en la Región de Los Lagos. La autoridad señaló que esta situación es crítica y que los esfuerzos que han hecho las comunidades educativas para llevar adelante complejos procesos de educación a distancia son importantes, pero insuficientes.
Según la ONG Educación 2020, el 44% de los alumnos encuentra aburridas las clases a distancia y aprende poco o nada, lo que resalta la importancia de la presencialidad. El ministro de Educación ha señalado que en algunas comunas quienes tienen a su cargo la educación pública no han abierto las puertas de sus escuelas para que los apoderados puedan tomar la decisión de enviar a sus hijos, pese a que se cumplieron las peticiones que se le hicieron a comienzos de año y que eran razonables, como el seguro escolar covid-19, la prioridad en el proceso de vacunación a los trabajadores de la educación, y garantizar el cumplimiento de medidas sanitarias.
Sus dichos causaron polvareda en la oposición. El presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Juan Santana, advirtió que "si el ministro insiste con esta porfía en el retorno a actividades presenciales sin ninguna seguridad, vamos a empujar una acusación constitucional".
Al parecer, el Gobierno apunta ahora a retomar la obligatoriedad de clases presenciales desde julio, después de las vacaciones de invierno, cuando se espera que haya mayores coincidencias respecto al tema. Se debe considerar la necesidad de recuperar en parte los aprendizajes deteriorados en este año y medio, y que dada la naturaleza del sistema escolar, afecta mayormente a la educación pública y que no hace más que aumentar las brechas ya existentes.