Estado de sitio en Haití tras asesinato a tiros del presidente Jovenel Moise
MAGNICIDIO. El mandatario, que estaba en el cargo desde 2017 y había dicho que querían matarlo, fue atacado por un grupo armado en su casa en Puerto Príncipe. Su esposa sobrevivió. El país se mantiene bajo las órdenes del primer ministro interino.
Haití se encuentra bajo estado de sitio desde ayer después de que el presidente Jovenel Moise fue asesinado por hombres armados que atacaron su residencia particular en Puerto Príncipe, mientras que su esposa, Martine, resultó herida de bala, según informó el primer ministro interino, Claude Joseph.
"A la una de la madrugada del 7 de julio un grupo de personas no identificadas, que hablaban en español e inglés, asesinaron al presidente de la República. El presidente murió a causa de sus heridas", anunció el primer ministro por la radio.
Joseph llamó a la calma de la población y aseguró que la "situación de seguridad del país está bajo control". Dado la gravedad de lo ocurrido, Joseph declaró estado de sitio por 15 días, después de presidir un Consejo de Ministros extraordinario donde aseguró que "se tomaron todas las medidas para asegurar la continuidad del Estado".
"Pido a todas las fuerzas vivas de la nación acompañarnos en la batalla, a acompañarnos en la continuidad del Estado", agregó la autoridad.
En un decreto, se estableció que durante la vigencia del estado de sitio, se ordenó movilizar a todas las fuerzas de seguridad para investigar el asesinato, así como para implementar medidas especiales.
Las fuerzas de seguridad también estarán facultadas para "para prohibir todas las reuniones que juzgue que puedan alentar o mantener el desorden" en el país. Joseph aseguró que los autores del asesinato de Moise serán llevados a la Justicia.
Las calles de Puerto Príncipe se mantienen en calma, prácticamente vacías tras el magnicidio, y la policía controla los accesos al barrio de Pelerin, donde se encuentra la residencia de Moise.
Cierre de aeropuerto
El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado después del magnicidio, informaron fuentes diplomáticas.
Varios vuelos programados con destino a la capital haitiana fueron cancelados o desviados a terminales en otros países.
Por su parte, República Dominicana cerró su frontera con Haití (comparten territorio en la misma isla) y el Ministerio de Defensa dominicano activó una operación no bélica fronteriza por aire, mar y tierra, para mantener la soberanía e integridad del territorio nacional en caso de que en Haití se produzcan situaciones que desestabilicen la zona fronteriza.
Amenazas de muerte
El crimen se produjo en medio de una grave crisis de seguridad en el país y a poco más de dos meses para las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el 26 de septiembre, comicios en los que Moise no podía ser candidato.
El fallecido mandatario buscaba perpetuarse en el poder y gobernó los últimos meses a punta de decretos, tras disolver a dos tercios del Senado, a toda la Cámara de Diputados, y a todos los alcaldes del país.
En febrero de este año, la oposición reclamaba que su mandato terminaba, sin embargo, el presidente sostenía que aún le quedaba un año en el poder, lo que desató masivas protestas.
En ese momento, Moise expresó que se había frustrado un "golpe de Estado para derrocar a su Gobierno y asesinarlo", lo que derivó en la detención de 20 personas acusadas de urdir un complot, entre ellos un juez del Tribunal Supremo y el inspector general de la policía de Haití. "No soy un dictador. Mi mandato termina el 7 de febrero de 2022", defendió en ese entonces.
Moise tenía entre sus planes modificar la Constitución de Haití para ampliar sus poderes como gobernante.
"A la una de la madrugada del 7 de julio un grupo no identificado asesinó al presidente".
Claude Joseph, Primer ministro interino
"Estamos impactados y tristes por el horrible asesinato del presidente. Es muy preocupante cómo están las cosas en Haití".
Joe Biden, Presidente de Estados Unidos
"Acompañamos al pueblo haitiano y llamamos a la unidad para restablecer el Estado de derecho y la democracia ante este crimen atroz".
Alberto Fernández, Presidente de Argentina