Declaración sobre "presos de la revuelta" provocó pugna mayor en la Convención
TENSO DEBATE. Tras una discusión que se extendió durante toda la jornada y dos votaciones, órgano constituyente aprobó pedir "acciones" a favor del "Wallmapu" y los detenidos en el marco del 18-O. Gobierno y 37 constituyentes rechazaron el documento.
En la hasta ahora jornada más tensa desde el inicio de la Convención Constitucional, y con una discusión y votación que acaparó la agenda del día, finalmente la mayoría de los convencionales (105 contra 34, y 10 abstenciones) aprobó emitir una declaración sobre los detenidos en el marco de la revuelta social de 2019, haciéndola extensiva para clamar por la llamada "desmilitarización del Wallmapu".
Tras una votación fallida de una propuesta inicial de declaración emanada desde la Lista del Pueblo, se sometió a escrutinio un texto elaborado por representantes del Frente Amplio, Partido Comunista, Partido Socialista e independientes, que fue finalmente aprobada.
La declaración
En ella, la Convención declara que el órgano "sin pretender interferir ni arrogarse las competencias o atribuciones de otros poderes del Estado, tiene la responsabilidad política de pronunciarse frente al país en relación con estas situaciones contingentes que, claramente, contravienen el espíritu que guía su trabajo: asentar un camino de paz y justicia social para todas y todos los habitantes de nuestra comunidad política".
En concreto, en el pronunciamiento, piden la "máxima celeridad" a la tramitación del proyecto de Ley de Indulto General en el Senado; además, que el Gobierno dé suma urgencia a la iniciativa.
Junto con un proyecto de ley de Reparación a Víctimas de DD.HH. también piden la "inmediata desmilitarización" del territorio mapuche; el retiro de las querellas en base a la Ley de Seguridad del Estado; aplicación retroactiva desde 2001 del indulto para presos mapuche entre Biobío y Los Ríos; y la implementación de una política de justicia que "contribuya a la reparación integral de los perjuicios y los daños sufridos, de forma individual y colectiva, para quienes han sido víctimas de persecución, prisión política y vulneración sistemática a los derechos humanos".
declaración de "los 37"
Tras el inicio de la sesión, enmarcada por las disculpas por los "errores" de la jornada del miércoles en palabras del vicepresidente, Jaime Bassa, la mañana estuvo marcada por un intenso debate previo sobre la declaración.
Mientras convencionales como Fernando Atria señalaban que la misma Convención "se debe a los presos de la revuelta", calificando como "incoherente" celebrar el proceso constituyente sin al menos revisar la situación procesal de quienes la hicieron posible durante el estallido; otros, sobre todo de Vamos por Chile, reiteraban que el pronunciamiento requerido excedía las atribuciones del órgano. "El mandato es claro: redactar una nueva Constitución. Hemos hecho el soberano ridículo", clamó Arturo Zúñiga.
De hecho, el conglomerado profundizó su posición y en una declaración firmada por los 37 representantes del sector, indicaron que "nunca aceptaremos que en Chile existan presos políticos", agregando que les parece "injusto decir que estamos aquí por la ´revuelta'. Hacer de la violencia la única verdad no solo es excluyente, agresivo y sectario, sino profundamente injusto".
"Cada constituyente puede solicitar, individual o colectivamente, el respeto de un derecho humano como es el justo y debido proceso. Sin embargo, a la Convención Constitucional no le corresponde invadir facultades de otros poderes del Estado ni adjudicarse atribuciones que no le ha entregado la ciudadanía", indican "los 37".
SQuELLA, MEDIADOR
Agustín Squella trató de moderar posiciones ante la tensión. "No procede que el sector conservador del país repruebe a todos los privados de libertad. Pero tampoco procede que otro sector del país aplauda y absuelva a todas esas personas sin conocer la situación particular de cada una de ellas", dijo, sugiriendo -junto a otros representantes- pedir más antecedentes de los casos al Poder Judicial, tal como en la víspera había solicitado la Comisión de Constitución del Senado.
Tras la aprobación de la declaración, el subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, criticó a la Convención: "Decían que había que indultar a las personas que estaban privadas de libertad para dar señales políticas. ¿Acaso vamos a declarar impunes a aquellos que entraron a saquear a una ferretería y golpearon a los trabajadores allí presentes? Creo que las señales tienen que ser claras".
105 votos a favor tuvo la segunda declaración revisada por la Convención, elaborada por uno de los bloques.