Educación vial desde la niñez
Una de las claves para inculcar el respeto a las reglas del tránsito pasa por incluirlas en la formación durante la edad temprana. Más que tener una masiva presencia policial en las calles, la mejor receta para disminuir los accidentes de tránsito está en la educación vial.
El principal y único documento que habilita a los conductores para guiar un vehículo motorizado es la licencia de conducir. Este instrumento lo entregan las direcciones de Tránsito de los municipios, luego que el postulante reúne una serie de requisitos y sortea con éxito las pruebas que garantizan que cuenta con las habilidades mínimas para cumplir con esa tarea, en el entendido que no sólo posee las competencias técnicas para operar correctamente un automóvil, sino también el conocimiento cabal de la normativa que indica qué es lo que puede hacer y qué no.
Ahora bien, de la tesis anterior se desprende que los conductores que circulan por las calles del país realizarán esta tarea de manera correcta y apegada a la normativa, sin embargo, en la realidad esto no es así. Hay un porcentaje importante de automovilistas que incurre en una serie de faltas reñidas con la reglamentación, exponiéndose a un accidente ellos mismos y a otros conductores, peatones y ciclistas que también utilizan el espacio público.
Se trata de un problema de difícil solución. Más allá de complejizar los test que permiten acceder a la licencia de conducir o bien endurecer las sanciones contra quienes no cumplen con las leyes del tránsito -esto último del todo complicado, ya que no se puede tener a un carabinero en cada esquina-, lo cierto es que la mirada hay que ponerla en la educación.
Ello porque en la medida que las sociedades puedan formar ciudadanos responsables en las etapas previas de aprendizaje podrían obtenerse adultos respetuosos de la normativa vial y otras materias que dicen relación con las responsabilidades civiles. De ahí lo crucial que es educar a los niños en torno a la normativa vial, trabajo en el que además de la formación escolar tienen un rol principal las propias familias, por lo demás, todos sus miembros, usuarios de la vía pública.