Puerto Montt hacia la Fase 4
Es paradójico. Hace justo un año, la capital regional vivía un complejo escenario sanitario que la conduciría a una de las cuarentenas más largas en el país. Para que la capital regional se mantenga en la Fase 4 e incluso avance, es perentorio el autocuidado y que todos se vacunen.
Por primera vez desde que la pandemia comenzara a trastocar tan profundamente la vida de los chilenos, allá en el lejano mes de marzo del año pasado, Puerto Montt comienza a experimentar hoy sábado las bondades de la Fase 4 del plan Paso a Paso, en lo que supone la constatación en hechos de la mejoría de los indicadores sanitarios que evalúa regularmente el Ministerio de Salud (Minsal). A partir de hoy, los habitantes de la capital regional empiezan a gozar de mayores libertades de desplazamiento hacia otras zonas y de más aforo para las reuniones sociales en los hogares, junto con otros beneficios para los locales comerciales. Se trata, sin duda, de un avance sustantivo y que permite abrigar esperanzas en torno a la tan ansiada recuperación económica.
La fecha de esta etapa de "Apertura inicial" no podía, además, ser más significativa. Hace un año, Puerto Montt exhibía ya complejos indicadores que llevaron al Minsal a decretar, a fines de julio, una cuarentena de increíbles 133 días que dejó profundas secuelas en el tejido económico local, con cierre de locales comerciales y una actividad turística que se vino al suelo. Ahora, en cambio, la capital de Los Lagos es una de las primeras del país en avanzar a la Fase 4, gracias tanto al proceso de vacunación como a las medidas de autocuidado de las personas en la vía pública.
Esta etapa, no obstante, no significa un triunfo definitivo frente al covid-19 y menos la posibilidad de un relajamiento de las costumbres sanitarias. El virus permanece ahí, acechante, en particular hacia quienes porfiadamente se resisten, por su ignorancia y adhesión a teorías conspirativas, a someterse voluntariamente a las vacunas. Y mientras el país no llegue a los niveles de inmunidad de rebaño, en parte por culpa de estos irresponables grupos antivacunas, toda la población puertomontina tendrá que estar sometida a eventuales retrocesos.
Las mayores libertades que empiezan a disponerse hoy en la capital regional son un activo que ha de cuidarse, comenzando por no olvidar que la mascarilla, el distanciamiento y el lavado frecuente de manos aún son prioritarios.