Prevención de desastres
Desde hace algunos días, el país cuenta con un nuevo servicio que se espera mejore las capacidades de respuesta ante las catástrofes. Chile cuenta con una larga historia de convivencia con desastres naturales que han ido dejando lecciones para autoridades y ciudadanía.
El Gobierno promulgó hace unos días la ley que crea el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, normativa que sustituye a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y la reemplaza por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), que reconoce e incorpora todos los avances y desarrollos que se han logrado en función de las buenas prácticas y lecciones aprendidas en esta última década por el actual sistema nacional de protección civil.
El servicio, que asumirá las obligaciones y derechos de la Onemi, además de nuevas funciones, será descentralizado territorialmente, para coordinar, organizar, planificar y supervisar las actividades relacionadas a la gestión del riesgo de desastres.
La historia de Chile está marcada por terremotos, inundaciones y megaincendios forestales, lo que entrega valiosas lecciones para que el país esté preparado en casos futuros. Se ha aprendido de los errores del pasado. Qué hacer en caso de terremoto, adónde ir y qué implementos tener en el hogar, son preguntas que la mayoría de las personas conoce y que pueden salvar la vida ante una emergencia. Esta convivencia con las catástrofes requiere estrategias de prevención de largo aliento, que hoy convierten a Chile en uno de los mejor preparados para afrontar estas emergencias, como lo ha resaltado la ONU.
Ha de recordarse que el 27 de febrero de 2010 quedaron al desnudo las falencias de coordinación entre organismos y la falta de información fidedigna a la ciudadanía respecto de la catástrofe. Pocos años después, en abril de 2015, Puerto Montt, Puerto Varas y la zona aledaña al volcán Calbuco sufrieron los efectos de una violenta erupción que no arrojó ninguna de las señales previas. De ambas catástrofes se han obtenido importantes lecciones que han ido conformando el corpus de conocimiento que habrá de incorporar el nuevo Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, el cual estará llamado a enfatizar las políticas de cuidado del país ante este tipo de emergencias que con toda certeza seguirán ocurriendo.