"No quedamos satisfechos con nuestro puesto, pero la motivación es alta para pelear otra olimpiada"
REMERO. El representante puertomontino confidenció a El Llanquihue el valor que tuvo haber representado al país en Tokio. "Soy joven y tengo grandes metas para competir por Chile", dijo.
Hasta este viernes 20 permanecerá en Puerto Montt el remero olímpico Eber Sanhueza (23), el cuarto representante oriundo de estas tierras en participar en el máximo evento deportivo del planeta efectuado en Tokio.
En su ciudad natal ha aprovechado al máximo para estar junto a sus más cercanos, sus padres y cuatro hermanos, orgullosos todos de los logros del cultor de remo formado en el club Estrella Blanca.
Se siente feliz por el apoyo que obtuvo de sus más cercanos, de la familia del remo y de muchos puertomontinos que presenciaron sus regatas, en las que se metió entre los 14 mejores del mundo, en la categoría Doble Par ligero, junto a su compañero, César Abaroa.
Sueño de infancia
En conversación con El Llanquihue, da cuenta de su felicidad y de haber cumplido un sueño de la infancia y más aún de haber defendido los colores de su país, y haber representado a la capital regional en tierras niponas.
Pero así como enfatiza esa alegría de haber estado junto a los mejores bogadores del mundo, tiene claro que no quedó del todo satisfecho de su participación. "Es el gran anhelo de todo deportista y lo pude cumplir. Aunque no quedé satisfecho con los puestos que alcanzamos, porque tampoco es un puesto que refleja lo que somos como bote. Creo que debimos haber entrado entre los doce, pero así es el deporte. Igual esto es una motivación para lo que se viene, primero los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y después los JJ.OO. de Paris 2024", comenta.
-Hablabas de clasificar a la final B, era lo que se había proyectado con tu equipo.
-Sí. Al final todos estábamos trabajando para eso, para entrar entre los doce; junto al equipo técnico, con el entrenador y con mi compañero César, pero lamentablemente no se pudo y no siempre se logra lo que uno quiere. Para mí estos son motivos para continuar entrenando y con más motivación, dado que este proceso debe avanzar para llegar a una próxima final olímpica y por qué no, luchar por una medalla.
-Hay una carrera por delante... un ex técnico, Pedro Carvajal, lo planteó: este recién es el comienzo.
-Somos jóvenes y es nuestra primera experiencia o la segunda que tenemos con los mejores del mundo. Entonces, también sabemos que estamos más cerca de lo que muestran estas posiciones de los Juegos y tenemos muy claro lo que queremos obtener a futuro.
-Hablando de tu viaje. Partiste a Europa en abril y después arribaste a Japón para competir en la Olimpiadas. ¿Cómo fue esa etapa de adaptación y preparación final?
-Fue rápido. Estamos acostumbrados a adaptarnos a las situaciones, por ejemplo, cuando debimos afrontar el incendio que afectó a nuestro centro de entrenamiento en Curauma hace cinco años. Llegamos a Tokio, y a pesar del cambio de horario, entrenamos al día siguiente. Lo que más nos costó fue el clima, que fue muy duro, mucho calor y humedad. Me pasó cuando íbamos en la regata, sabemos que nos puede llegar un segundo aire, pero en Tokio no te llegaba.
-Acerca del ambiente entre la delegación nacional. ¿Qué espíritu reinaba en la Villa Olímpica entre los deportistas chilenos y de los otros países?
-Teníamos contacto, por ejemplo, en nuestra pieza. Toda la delegación chilena estaba en un mismo edificio y en el mismo departamento habían otros deportistas, pero de ahí a comer o algo así, en el comedor, estaba restringido. Cada atleta tenía sus horarios y sus competencias, así que era difícil algún tipo de encuentro.
Cada vez que coincidíamos en lugares comunes, siempre había muy buena onda y camaradería, al igual que con los otros deportistas del evento. A pesar de la rivalidad deportiva que había con los otros remeros, había un espacio para la solidaridad y todos estábamos ahí por un mismo objetivo.
-Y en las calles de Japón, ¿qué se respiraba o había algún tipo de temor por todo lo que se hablaba, e incluso de suspender la cita por la pandemia?
-Con respecto al público, especialmente japonés que no vio las competencias por la pandemia, las apreciábamos siempre apoyando y saludando camino a la pista, cuando nos trasladábamos en bus o de vuelta a la villa. En ese sentido, la gente de Tokio fue muy agradable y amable.
No era como lo que se mostraba en la televisión, no hubo protestas en contra del evento
"La mayoría (de las críticas) viene de personas que no tienen idea de deporte y que no conocen los sacrificios que deben pasar los deportistas para llegar a los Juegos Olímpicos, por lo tanto, emana de la ignorancia".