Eco ansiedad: el desánimo global que ha traído la crisis climática
CALENTAMIENTO GLOBAL. Especialistas advierten fenómeno de angustia y tristeza colectiva generado por la preocupante información que circula sobre el cambio climático.
Redacción
Incendios en el norte de África, olas de calor en Europa que nunca antes se vieron, inesperadas tormentas en China, deforestación en el Amazonas. Noticias de este tipo, al encender la televisión o abrir las páginas de un periódico, son cada vez más frecuentes de encontrar. El acelerado cambio climático y las preocupantes consecuencias de las cuales estamos siendo testigos, no hacen sino hacer mella en el ánimo.
Esta sensación de preocupación y sobre información en torno a la materia, para colmo se profundizó esta semana al conocerse que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) entregó al organismo un devastador informe, en el cual la comunidad científica global advierte los irreversibles efectos que está teniendo la emergencia climática en el planeta.
Precipitaciones e inundaciones en algunas latitudes; sequías en otras; olas de calor marinas; y más ciclones en zonas tropicales serán los escenarios que la humanidad enfrentará en el mediano plazo, según advierte el reporte.
NUEVA SENSACIÓN
Este fenómeno climático ha dado pie, además, a otro psicológico y social: la eco ansiedad. ¿De qué se trata? De un estado de ánimo de muy reciente desarrollo, marcado por una angustia y preocupación constante, además de una sensación de tristeza y desolación, al testificar día a día estos fenómenos extremos que se viven en el planeta y la enorme incertidumbre que aquello cierne sobre el futuro de la Tierra y de la vida como la conocemos.
Especialistas coinciden en que el fenómeno es nuevo y que afecta, de manera especial, a quienes ya presentan algún grado de ansiedad o de depresión.
Maisa Rojas, académica de Geofísica de la Universidad de Chile, directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y parte del equipo de investigadores involucrado en el reporte del IPCC, explica que esta eco ansiedad tiene que ver con constatar que el cambio climático que parecía materia "del futuro, o que le iba a ocurrir a los osos polares, ahora lo estamos viviendo cada uno en nuestras propias vidas, y se ve en todas las regiones del mundo".
En tanto, Rodolfo Sapiains, académico del Departamento de Psicología de la misma casa de estudios, añade que otros términos se han acuñado en la misma línea. "Se habla de eco depresión, de duelo ecológico y otros conceptos", dice. Estos fenómenos tienen en común "la sensación de sufrimiento" mediada por experiencias vinculadas con el deterioro medioambiental, que derivan en reacciones emocionales de tristeza o preocupación.
"Puedes experimentar este sufrimiento por el deterioro del planeta porque lo has vivido directamente o porque hay una sobreexposición de un mensaje catastrófico, encuadrado de una forma muy negativa respecto al futuro de la humanidad", agrega el docente sobre una sensación que afecta sobre todo a los más jóvenes que "sienten que no tienen mucho margen de acción al externalizarse la responsabilidad" a países y empresas, señala.
EFECTOS
Entre los efectos o "síntomas" de la eco ansiedad figuran "problemas para dormir, una sensación de intranquilidad permanente, de desesperanza frente al futuro".
Según Sapiains, estas sensaciones pueden llevar a que las personas se retrotraigan, "se inhiban y no quieran involucrarse más en acciones para mejorar el medio ambiente porque asumen que está todo perdido", describe.
En ese sentido, una recomendación que entrega es que se cambie el enfoque en la manera de informar. "Es tiempo que la comunicación del cambio climático empiece a dar un giro. No es necesario seguir preocupando a las personas. Ya están estresadas con este tema. Lo que se necesita ahora es comunicar las soluciones, comunicar lo que se está haciendo y lo que falta hacer", cierra.
234 científicos de todo el mundo participaron en la preparación del informe del IPCC, considerado "código rojo" para la humanidad.
1,5 grados aumentaría la temperatura global en 2040, si es que los gobiernos del mundo no reaccionan pronto.