Corte Suprema acogió recurso de protección contra Instituto Alemán
CASO DE ABUSO SEXUAL. Tribunal justificó "funa" realizada, en redes sociales por niña de 13 años, víctima de hechos de connotación sexual. Publicación fue contra tres compañeros. Desde el colegio se indicó que llevaron adelante "todas las acciones que dicta nuestro reglamento interno". Superintendencia de Educación cursó una multa.
Justificando claramente la "funa" realizada por una niña víctima de presunto abuso sexual, contra tres compañeros de curso (supuestos victimarios), la Corte Suprema dio a lugar al recurso de protección presentado por los padres de la adolescente.
Para la máxima instancia judicial, la "funa" en redes sociales es "una experiencia de vida, de carácter privado, que la supuesta víctima ha decidido hacer pública, por sus propias razones, y que se encuentra amparada por la libertad de expresión".
De esta forma, la Corte Suprema revocó el fallo de primera instancia de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt (que había rechazado el requerimiento) y entregó una serie de antecedentes respecto a las escasas medidas que adoptó el Instituto Alemán, tras la denuncia de abuso sexual que realizó la menor, que cursaba el octavo básico.
El hecho data del segundo semestre del año 2019. Pero, sólo fue durante la pandemia del covid-19 que la adolescente de 13 años contó a sus padres lo que estaba pasando.
Reuniones
La denuncia por abuso sexual fue realizada ante el Tribunal de Familia por ser la víctima y victimarios, en la época de los hechos, menores de 14 años.
Distintos son los casos (de abuso sexual) denunciados en el Colegio San Francisco Javier de Puerto Montt, cuyos hechos son investigados por el Ministerio Público, por tratarse de adolescentes mayores de 14 años.
M.V., padre de la niña afectada en el Instituto Alemán, en diálogo con El Llanquihue, señaló que están cansados como familia por todo lo que ha ocurrido durante los últimos dos años y consideró el fallo de la Corte Suprema como un acto reivindicatorio.
Según M.V., "esto que ocurrió (el fallo de la Corte Suprema) es reivindicatorio, y (espero) que sirva como un ejemplo para que esto no siga pasando y que los colegios tomen las medidas del caso".
Explicó que su hija empezó con estos problemas a fines del año 2019, justo antes de la pandemia y de las cuarentenas. "Nuestra hija no quería ir al colegio. Nos extrañamos, porque ella se llevaba muy bien con los compañeros y compañeras, y con notas de 6,7 o 6,8".
Señaló que "un día, producto de la pandemia, y las reuniones más seguidas de la familia en la casa, ella nos contó lo que estaba ocurriendo y relató que sus compañeros le tocaban el trasero. Empezó con cambios radicales, a comer en forma exagerada, con ansiedad y con cosas de no ir a clases".
Agregó el padre de la adolescente que lo que gatilló todo, fue que la niña empezó a cortarse los brazos, utilizando su máquina de afeitar.
"Desde ese momento dejé de usar la prestobarba", comentó muy afectado.
Amigo
Tras conocer lo que le estaba ocurriendo a su única hija, M.A., fue a la casa de los papás de los niños que fueron denunciados por la menor. "Yo era amigo de uno de los padres, y le pregunté al niño y me dijo que no había pasado".
"Pese ello -añadió- tomamos las medidas y pedimos que el colegio activara el protocolo. Pedimos que el colegio haga una investigación y ellos nos dijeron que se iba a activar el protocolo y llevar esto al Juzgado de Familia. Mi hija quedó afectada. El colegio no la tomaba en cuenta y menos los compañeros", expuso.
Funa
Detalló que producto de todo y la escasa respuesta del colegio "nuestra hija realizó una funa en redes sociales (Instagram) de los tres niños que la acosaban, e incluso uno se cambió de colegio y dijo que lo que ellos hacían era un desafío entre los compañeros, tocar el trasero a la compañera. Este niño contó la verdad y él dijo que era idea de los otros dos niños", reveló.
Otro punto importante que destacó M.V., tiene relación con la reacción de los padres de los alumnos denunciados. "Ellos se querellaron contra mi hija. Dijeron que era una campaña de desprestigio y que era todo mentira y ofensivo contra los niños. Después de ello, el Colegio nos llamó y sancionó a mi hija. Ellos (Instituto Alemán) tienen un protocolo antibullying y la sancionaron con suspensión del colegio y lo que implica todo ello".
Los padres de la menor presentaron una denuncia en la Superintendencia de Educación, entidad que hizo efectiva la aplicación de una multa "porque no entregaron apoyo a la afectada".
"Nos sentimos pésimo, porque el colegio en vez de decir que se habían equivocado, apeló a la sanción de la Superintendencia, diciendo que iban a a esperar los resultados de lo que diga el Tribunal de Familia. Nosotros hicimos todo lo que correspondía, pero insistimos con la Superintendencia de EducaEREción".
Hubo una reunión en forma telemática, en la que estuvieron presentes los apoderados de los octavos A y B del Instituto Alemán.
"Allí dijeron que el tema iba a llegar sólo hasta ahí. El director explicó que habían apelado a la Superintendencia, pero yo les dije que no hicieron nada, no investigaron y nunca pidieron las fotos y mensajes que estaban en las redes sociales. Sacamos a nuestra hija del colegio, porque empezó a hacerse cortes con mi máquina de afeitar con la prestobarba. Ella escaló y por eso empezamos ir al sicólogo y al siquiatra. Todo esto ha sido muy duro y nos ha costado levantarnos. A nuestra hija le cuesta confiar en los niños en el otro colegio. Ella nos dijo que 'el colegio Alemán le cagó su vida'".
Suprema
El matrimonio recurrió de protección de su hija ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, instancia que rechazó el requerimiento.
Asesorados por la abogada Carlota Urrutia, quien llevó adelante las acciones de protección, apelaron a la Corte Suprema, máximo tribunal del país que le dio la razón a la familia.
"La resolución de la Corte Suprema fue un verdadero tapabocas para el colegio. Como familia nos sentimos muy conformes y seguimos adelante, porque llevamos dos años sufriendo con esto", afirmó M.V.
Puntualizó que "la decisión de la Corte Suprema nace como algo reivindicatorio y para que nunca más pase en otros colegios, que tengan las medidas adecuadas y empiecen con la educación sexual mucho antes. Acá se esperó demasiado,