de los peces. Durante los últimos años se ha venido hablando de la disminución de estos, ¿cuál es el escenario que vislumbra?

-Hay dos impactos. Desde un punto de vista histórico, los peces han ido disminuyendo su tamaño corporal en el tiempo, y muchos de ellos no lograrían adaptarse a océanos con temperaturas más cálidas. Pero, por otro lado tenemos el impacto de la pesca, que radica en que extraen los de mayor tamaño. No porque se quiera hacerlo, sino que por el arte de pesca que utilizan.

-¿Qué implicancias tienen esta situación?

-En el ambiente marino, el cambio climático puede tener grandes efectos en pesquerías importantes, ya que, alteraciones en la pesca afectarán a la red trófica marina y a la seguridad alimentaria mundial, lo que no es auspicioso para el equilibrio ecosistémico. Por otro lado desde la pesca, los peces comienzan a madurar más pequeños, se van haciendo más precoces los tamaños de madurez, de cuando se vuelven reproductivos comienzan a disminuir y ello puede tener un impacto futuro. Esto se le llama evolución inducida por la pesca. Un ejemplo, puede ser que antes un pez, a los 20 centímetros maduraba, imagínate ahora que producto de la pesca podría madurar, hipotéticamente, a los 15 centímetros. ¿Cuál es su impacto? Que un pez más pequeño producirá menos huevos que uno grande. Y si lo vemos hacia el futuro, si esto ocurre habrá menos individuos para la próxima generación que puedan estar disponibles para la pesca o como alimento para otros peces.

Temperatura

-¿Cuánto ha variado la temperatura en los últimos años y como ha afectado a los peces?

- Las tasas de cambio actuales de temperatura han aumentado y esos cambios son órdenes de magnitud mayores a las que peces se han adaptado en millones de años. Por ejemplo, recientemente publicamos un trabajo de investigación donde, utilizando métodos filogenéticos comparativos investigamos las relaciones entre tolerancia a la temperatura, el tamaño corporal y la dispersión en escalas de tiempo geológicas en las que la especiación es detectable. Identificamos una presión de selección direccional constante a lo largo de 150 millones de años de historia evolutiva de los clupeiformes: temperaturas cálidas para los peces con tamaño corporal más pequeños, y más fríos para los más grandes.

También encontramos que la velocidad y la distancia de la dispersión ancestral se correlacionan positivamente con el tamaño corporal ancestral, y que ambas tasas muestran además relaciones positivas con la tasa de adaptación a la temperatura. Los resultados sugieren que las actuales tasas de calentamiento global superan su tasa histórica de adaptación a la temperatura en más de cuatro órdenes de magnitud, lo que da cuenta de un terrible panorama para el grupo bajo este escenario de cambio climático actual.

-¿Cómo puede describir lo sucedido en las últimas décadas?

-Los peces se han adaptado a una tasa promedio máxima de 0,8 grados por millón de años (i.e. 0,000008 °C por década). No obstante, en la actualidad las tasas de cambio son mayores (i.e. 0,18ºC por década desde 1980 a la fecha), lo que significa que estos, por un lado, han logrado adaptarse a aguas algo más cálidas en este último tiempo y que las tasas de cambio sobrepasan lo que ellos han vivido de manera natural por 150 millones de años. Esto quiere decir que el cambio climático está haciendo una presión súper fuerte.

-¿Qué sucede con los recursos de esta región, como la merluza y los salmones?

-Acá tenemos la sardina austral que forma parte de este grupo de los clupeiformes. Hay que pensar que el cambio climático puede afectar a diferentes organismos marinos por igual. Simplemente, en algunos grupos uno puede ver un tipo de evidencia como la que observamos en el estudio publicado recientemente. Sobre cómo afectará a otros grupos de peces, como la merluza o a la sardina que forma parte de los clupeiformes, es que tienden a disminuir su tamaño corporal a través del tiempo y cambios a tasas más grandes pueden producir que se seleccionen ciertos grupos de individuos que sean diferentes a otros. De alguna manera los que estén más adaptados a ciertos rangos de temperatura.

-¿Qué podría suceder con los salmones?

-En cuanto a los salmones, algunos son súper plásticos, como la trucha arcoiris que la puedes encontrar a temperaturas altas y bajas o a 4 mil metros de altura, así como a nivel del mar. Pero más importante en este sentido es la merluza, ya que si bien puede que no tenga un efecto directo similar a lo encontrado en los clupeiformes, sí podría sufrir un efecto indirecto, ya que la merluza se alimenta de la sardina austral y si esta tienen algún problema, la merluza también lo tendrá. Ahora, qué pasa si comienzan a disminuir las poblaciones de estos recursos, podrían generar dos cosas: generará escasez de alimentos para los peces más grandes, como la merluza y al ser filtradores, podría haber un efecto en el aumento de la proliferación de bloom de microalga, muchos casos toxina, como la que hemos visto en la zona.

-En el caso del sector salmonero, ¿el cambio climático podría impactar en la aparición de nuevas enfermedades?

-En un contexto de cambio climático, al menos hay como un triple amenaza. Por un lado están los aumentos de temperatura, disminución de oxígeno y un alza de la acidificación del agua. Es como una triada de factores que se producen por un efecto de cambio climático y que pueden ser catastróficos en pesquerías importantes y las alteraciones podrían afectar la red trófica y la seguridad alimentaria al existir poblaciones que comiencen a disminuir su productividad y su tamaño, lo que generará un impacto en estas áreas.

En lo que respecta a la industria del salmón, los aumentos de temperaturas podrían promover que aparezcan ciertas enfermedades o que su tasa de aparición sea mayor. Ademas, si hay alza de la temperatura se genera un ambiente propicio para que aumenten ciertos tipos de microalgas, no necesariamente la que producen marea roja, pero sí algunas que para los salmones han sido perjudiciales.

-¿Cómo se puede abordar este escenario?

-Tiene que existir un cambio necesario desde el punto de vista mundial, de estilos de vida, de matriz energética. Hay que tratar de reciclar un poco, caminar en lugar de utilizar el auto, consumir menos carne, porque el CO2 que produce la ganadería es súper alto. Hay una serie de cosas que si cada persona contribuye con un pequeño granito podría ayudar. No obstante, tienen que existir una variación cambio global, como de matrices de energía. Es imperante tener un cambio de conciencia y mucha educación ambiental para que mejoren las prácticas tengamos más planeta por más tiempo.

-¿Qué proyección podría realizar?

-Lo que podemos decir nosotros que si la temperatura sigue aumentando a las tasas que estamos viendo es posible que exista una disminución y potencial desaparición de grupos de peces que son importantes en términos ecológicos y pesqueros.

-¿Cree que estemos en el momento justo para evitar problemas mayores?

-No diría que estamos justos, ya nos pasamos. Uno le puede dar un respiro al planeta si es que cambia estas prácticas, este estilo de vida y los organismos en la naturaleza tenderán a adaptarse lo mejor posible. O mantenemos las tasas de cambio que tenemos actualmente y ojalá las disminuyamos o se podría llegar a un colapso.

"Las tasas de cambio actuales de temperatura han aumentado y esos cambios son órdenes de magnitud mayores a las que peces se han adaptado en millones de años" "En cuanto a los salmones, algunos son súper plásticos, como la trucha arcoiris que la puedes encontrar a temperaturas altas y bajas o a 4 mil metros de altura, así como a nivel del mar" "En un contexto de cambio climático, al menos hay como un triple amenaza. Por un lado están los aumentos de temperatura, disminución de oxígeno y un alza de la acidificación del agua"

150 millones de años de historia evolutiva de los clupeiformes fue abordada por la investigación.

0,8 grados por millón de años es la tasa promedio máxima que se han adaptado los peces.

20 centímetros podía madurar un pez, pero ahora ello podría suceder a los 15 centímetros, coloca como ejemplo el experto.