Rol femenino y política: un sesgo histórico que aún está muy al debe
INEQUIDAD. Solo un par de ejemplos se pueden encontrar, en la historia reciente de la zona, de mujeres con cargos de autoridad. Elecciones de noviembre podrían cambiar apenas una situación que aún está lejos de la paridad. Involucradas piden cambios a todo nivel.
Basta con mirar la estadística histórica para darse cuenta que el rol de la mujer en política y, aún más, en cargos de autoridad en la región, son escasos, casi nulos y la mentada paridad de género de la que tanto se habla, no está ni cerca de ser una realidad.
En la Región de Los Lagos, y específicamente en la provincia de Llanquihue, son pocos los ejemplos de mujeres que han llegado a ejercer cargos de importancia sin que esto haya dependido de la lógica de cuotas de paridad.
Sin ir más lejos, desde el retorno a la democracia, más de 30 largos años, no existe una mujer intendenta en Los Lagos, tampoco senadora -de hecho apenas dos mujeres fueron candidatas en ese tiempo-.
A nivel de diputación, y pensando en candidatas que hayan representado a Puerto Montt -antes distrito 57 y ahora 26- solo se encuentra a la UDI Marisol Turres, electa por tres períodos, y la PS Jenny Álvarez, electa un período. Además de ellas dos, solo cuatro otras mujeres fueron postulantes a ese cargo hasta antes de 2017, año que tuvo decenas de postulantes y que hizo crecer la participación femenina a 17 opciones.
Bajando hasta las municipalidades, la capital regional no tiene mujeres en el cargo, tampoco en Puerto Varas, ni Frutillar, ni Calbuco y un largo etcétera. Si miramos la situación de los vecinos de Osorno y las otras comunas el panorama es similar. El número de candidatas a jefa comunal es también, casi inexistente.
Ahora, de cara a las próximas elecciones parlamentarias, la realidad mantuvo la tendencia y la representatividad de hombres, al menos como candidatos, supera con creces a los nombres femeninos inscritos en el Servel.
¿Cuál es el factor que incide en esta falta de consideración de la mujer en el espectro político? ¿Falta de interés, de liderazgo o de espacios?
Códigos de machismo
Una de las pocas con cargo de relevancia en el último tiempo es la ex gobernadora de la Provincia de Llanquihue, Leticia Oyarce, quien explica que "a las mujeres nos cuesta hacer política porque en general hay ciertos códigos de machismo y porque también requiere mucho esfuerzo en lo familiar y personal. Porque ejercemos el rol más importante de mamá y eso limita la mayor participación. Aún cuando hemos tenido grandes representantes que han destacado, aún nuestra participación es baja, de un 15% con respecto a los hombres".
Cree que en las próximas elecciones, a pesar de que no hay candidatas de su sector al Senado, sí los partidos han hecho un esfuerzo por generar más participación.
Su crítica, eso sí, es transversal. De hecho reflexiona que en este periodo de Gobierno se perdieron varias seremis mujeres que fueron reemplazadas por hombres, "entonces hay que hacer un esfuerzo adicional por ir generando semillas en distintas partes, no solo en el aparato público. Por ejemplo, no vemos mujeres destacadas en las gerencias o directorios de las salmoneras".
Entre quienes hoy sueñan con cambiar este panorama,