Idea de nueva comuna en Alerce
La Subdere tendrá que realizar una rigurosa revisión de los antecedentes en caso de que gane el Sí en la consulta. La experiencia acumulada en el país indica que los cambios administrativos no garantizan por sí solos una variación consistente.
Zanjando un compromiso establecido con anterioridad, el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, oficializó la semana pasada una consulta ciudadana a realizarse en Alerce en octubre próximo, y que tendrá por propósito conocer si su población adhiere o no a la creación de una eventual comuna en su sector, uno de los de mayor crecimiento demográfico de la capital regional en los últimos años. Sin tener las características vinculantes que pudiera tener un plebiscito según la institucionalidad democrática, el municipio puertomontino pretende tener aquí la suficiente legitimidad para, en caso de triunfar el Sí (a la pregunta por la formación de una nueva comuna), iniciar los trámites administrativos de rigor ante la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, que es la unidad encargada de realizar los estudios y de recomendar la hipotética división de Puerto Montt.
Detrás de las intenciones por crear una comuna se encuentra, por cierto, un grupo de ciudadanos alercinos que reclama años de postergación de parte de Puerto Montt y, por lo tanto, del direccionamiento que han ejercido sus autoridades comunales. Alerce nació como un poblado lejano de la capital regional, sin servicios, sin suficiente conectividad, con familias botadas en la periferia en uno de los tantos procesos de radicación poblacional de fines del siglo XX que hoy se mira con otros ojos.
Con todo, tanto el municipio como los organismos gubernamentales y la propia comunidad habrán de sopesar muy bien los requerimientos para ser comuna, en un trámite que podría durar hasta ocho años, además de sus consecuencias a mediano y largo plazo. Rescatando la aportación a la identidad que podría derivarse de la formación de una nueva unidad comunal, hay que tener a la vista los antecedentes económicos para que Alerce pueda contar con suficientes espaldas, de lo contrario, podría seguir sintiendo la postergación, sólo que ahora con otro nombre.
Capítulo aparte es el gasto fiscal que representaría solventar un aparato municipal adicional y el perfil de sus autoridades. ¿Habrá, por lo demás, inhabilidades para que los actuales representantes de Puerto Montt no puedan ir a un cargo en Alerce? Preguntas que sin duda surgirán en las próximas semanas.