Responsabilidad en septiembre
El actual estado de la pandemia, con cifras prometedoras de baja de contagios, exigirá el mayor cuidado de la población durante las Fiestas Patrias. A las habituales recomendaciones de un consumo moderado de alcohol, este año habrán de sumarse las medidas de cuidado sanitario.
Tan pronto llega septiembre y se acercan las Fiestas Patrias, surge la necesidad de comenzar a tomar conciencia sobre los riesgos que generan ciertos excesos en una tradicional fecha donde aumenta el consumo de productos que traen consigo nefastas consecuencias, especialmente si aquello se hace de manera irresponsable. El país sabe de sobra de estos episodios desde hace décadas.
Si bien las celebraciones estarán mediadas por la pandemia de covid-19, lo cierto es que el avance de las comunas de la Región de Los Lagos a las fases 3 y 4 del Plan Paso a Paso, además de la baja notificación de nuevos contagios de la infección, posibilitarán unos festejos con más libertades que el año pasado, lo que, por cierto, podría traer algunas consecuencias de no mediar la responsabilidad en la toma de decisiones.
De ahí que surja la necesidad de generar los espacios tendientes a difundir un mensaje claro que propenda a incentivar el autocuidado. Es imprescindible tener siempre presente que la pandemia continúa y que ahora hay nuevos desafíos, como lo son las últimas variantes que ya tienen diseminación comunitaria en la zona, como lo ha reconocido la autoridad sanitaria. A esto hay que añadir la recomendación de siempre, en cuanto al consumo consciente y moderado de alcohol, en particular por los efectos que trae el exceso en el comportamiento de los automovilistas en la vía pública.
Se deben asumir ciertos compromisos con el cuidado individual y colectivo, en el entendido de que acciones irresponsables incentivadas por la ingesta del alcohol o bien por la irresponsabilidad, deben ser erradicadas de plano. De ello dependerá que estas fiestas sean ese punto de inflexión tan necesitado para recargar energías y compartir en familia, y no el detonante de un accidente o bien el recrudecimiento de los contagios de covid-19.
Por ello, por más acciones que desplieguen los organismos encargados de la salud y la seguridad, en orden a asegurar unas celebraciones en calma, si no media una decisión personal por parte de la ciudadanía apegada a la responsabilidad, cualquier esfuerzo que se haga será en vano.